Sala de prensa

¿Cómo podemos prevenir el fraude en las empresas?

Por Gustavo Mejía Martinez, gerente de Risk Advisory de Deloitte.
14 de enero de 2020

Según el Estudio latinoamericano sobre prácticas empresariales contra la corrupción, realizado por la Universidad Externado de Colombia entre empresas de Argentina, Chile, Colombia, Ecuador, Guatemala, México y Perú, el 95 % percibe que se ofrecen sobornos para entablar actividades comerciales y favorecer sus negocios.

Así también, el 46.5% de la muestra respondió no contar con iniciativas para la evaluación de riesgos de soborno.

Resulta contradictorio, entonces, comprobar que no se están tomando medidas para reducir las posibilidades de sobornos o hechos de corrupción, ya que pese a la alta percepción de sobornos en las empresas, casi la mitad de los encuestados sostiene que su organización no cuenta con mecanismos o iniciativas para enfrentar estos riesgos.

Si bien el Perú tiene el porcentaje percibido más bajo (17.8 %), las organizaciones pueden considerar una serie de lineamientos que mejoren de manera sustancial el grado de resistencia de una compañía ante el fenómeno de fraude.

En primer lugar, es necesaria la implementación de un Código de Conducta que refleje la ética de la organización. Este documento debe estar por escrito y ser acogido por la alta dirección, la cual debe impulsar su adopción en todos los niveles de la compañía.

De igual forma, se deben incluir procedimientos de revisión anual en la política de prevención y detección de fraude que contemple el acompañamiento de expertos que puedan revisar, diagnosticar y recomendar medidas proactivas para la prevención del fraude.  Asimismo, la presencia de expertos contribuirá a reforzar el sistema de control interno de las compañías.

Otro aspecto importante es establecer mecanismos de denuncia que, al margen de los canales (electrónico, telefónico, buzón, carta, entre otros) deben ser confidenciales y garantizar el anonimato del denunciante y, si él lo indica, estar disponible las 24 horas.  Además, las denuncias deben ser administradas por un tercero experto y no solo centrarse en el personal sino involucrar a proveedores y clientes.

Teniendo en cuenta que la prevención, detección e investigación de fraudes no es una tarea fácil, contar con investigadores expertos permitirá la capacitación del personal en las más modernas técnicas de prevención y respuesta al fraude, así como para el apoyo en investigaciones internas. Igualmente, permitirá la identificación de focos y áreas vulnerables al fraude para, de esta forma, tener una base que permita un crecimiento rápido y sostenido de la prevención.

Todo el personal de dirección, confianza y manejo debe hacerse explícita y personalmente responsable, no de manera general, por administrar el riesgo de fraude en su área de influencia dentro de la compañía.