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Control de fusiones, mercados y libertad de empresa

Por Renzo Andrade, gerente de Legal de Deloitte.
01 de Julio de 2019

¿Cuál es la lógica para controlar las fusiones de empresas? A través de una concentración empresarial, dos empresas importantes en un mercado determinado pueden reunir en mayor grado el poder o share market.

De esta forma podrían adoptar decisiones de negocio que atenten contra el derecho de los consumidores a beneficiarse de una situación de competencia, es decir, menores precios y mejor calidad de productos o servicios con la consecuente búsqueda de la innovación tecnológica.

Al concentrarse en menos proveedores, los consumidores tendrán menos opciones de dónde elegir, viéndose de alguna manera “obligados” a adquirir productos y servicios potencialmente de baja calidad y a un precio elevado.

Esta situación inclusive podría agravarse en caso las únicas dos empresas competidoras en cierto mercado se fusionaran, pues ello resultaría en un monopolio, dejando al consumidor sin posibilidad de elección, sobre todo cuando el bien a ser adquirido no tiene sustitutos en el mercado.

Suena bien controlar las fusiones ¿verdad? A primera vista, sí. Sin embargo, ahora que se ha aprobado la Ley de Control Previo de Fusiones y Adquisiciones Empresariales, consideramos que varios factores no han sido analizados.

En primer lugar, se ha establecido que la Ley sea de aplicación a todos los sectores de la economía, cuando lo cierto es que no todos los mercados son iguales. En la mayoría de los mercados, no existen regulaciones altas y onerosas que cumplir; por lo que ante un potencial “abuso”, producto de una fusión, se generan claros incentivos para que entren nuevos competidores a conquistar a esos consumidores que se encuentran insatisfechos por esos malos o mediocres productos a precios altos.

Es importante considerar también que la fusión de empresas de gran envergadura en un mercado con bajas barreras de acceso, promueve la libertad de empresa.

Imaginemos que queremos hacer un negocio, ¿qué será más atractivo?: ¿ingresar a competir en un mercado donde la competencia es encarnizada y por tanto nos obligará a vender barato? ¿o en un mercado donde hay pocos competidores, que además son percibidos como “abusivos” y así romper el mercado con nuestros productos?

De otro lado, no se ha tomado en cuenta la elasticidad de la demanda. En el mercado existen productos que, por no tener sustitutos o fuentes geográficas alternativas para obtenerlos, su demanda es inelástica. Sin embargo, hay muchos otros cuya demanda es elástica, es decir, su demanda baja si se incrementan los precios, trasladándose la misma a productos equivalentes o a otras zonas donde se producen dichos productos.

En esa misma línea, es preciso indicar que muchas veces los efectos de una concentración empresarial son imprevisibles, por lo que las condiciones u obligaciones que se impongan para la autorización o incluso las medidas correctivas que se ordenen podrían no ser las correctas.

Las situaciones que el control de fusiones pretende evitar, en la mayoría de mercados, se solucionan a través del mercado mismo. Toda forma de control debe ser residual y únicamente en mercados altamente regulados, en los que las barreras de acceso de nuevos competidores son altas.

De esta forma, no tiene sentido controlar fusiones de empresas que producen productos cuya demanda es elástica, porque el temido accionar de las empresas abusivas que se fusionaron lo único que hará es que los consumidores trasladen su demanda, eligiendo productos alternativos o de otras fuentes. Nuevamente, sería el mercado quien corrija cualquier distorsión.