10 de Marzo del 2022
* Artículo escrito originalmente el 8 de Marzo del 2022
Por más que tengamos que repetirlo –y probablemente ya lo hayan escuchado o leído–, el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, no es una fecha de celebración. Es una fecha para conmemorar la lucha de las mujeres por la igualdad de derechos, igualdad de oportunidades, dar visibilidad a la violencia que sufren, entre otros temas. El origen de la fecha se remonta al 8 de marzo de 1857; año en que las mujeres trabajadoras de una industria textil en Nueva York se organizaron en una huelga para exigir salarios justos y condiciones laborales decentes. Tristemente, y a pesar de la historia, el mensaje original se ha tergiversado, y se recae en felicitaciones por ‘ser mujer’, ‘luchar a pesar de las adversidades’, entre otros. Romantizar lo último está mal y no hay mayores vueltas que darle; así de sencillo.
El Perú es uno de los países con las tasas más altas de violencia hacia la mujer a nivel global. De acuerdo con un artículo publicado en el Banco Mundial, siete de cada diez mujeres adultas han sido victimas de violencia psicológica, física o sexual. La pandemia, al tener a todos confinados, agravó las cosas. Durante el 2020 y 2021, denuncias y llamadas pidiendo asistencia por casos de violencia se dispararon; lo cual indica que no se han atacado los problemas de fondo y hay muchas tareas pendientes como garantizar un ambiente seguro y equitativo.
En el aspecto laboral, el reto persiste; y estamos lejos de llegar a soluciones que solucionen el problema a gran escala. En una nota publicada en Forbes Perú, Camila Ghezzi, analista senior de Apoyo Consultoría, señala que, previo a la pandemia, los hombres tenían alrededor de 34% más de probabilidades de trabajar que las mujeres. Hoy esta cifra es de alrededor del 40%; y la distorsión en el salario promedio también se incrementó: de ganar 12% menos que los hombres en el 2019, a 19% menos luego de la pandemia. Dicha información va en línea con la reciente publicación de PwC –Women in Work Index de PwC–: los avances en igualdad de género retrocedieron dos años debido a la pandemia y, por primera vez desde la elaboración del índice, se registró una contracción.
Veamos, por último, algunas cifras del reciente reporte del Instituto Nacional de Estadística e Informática ‘Brechas de Género 2021: avances hacia la igualdad de mujeres y hombres’:
- Las mujeres tienen más probabilidades que los hombres de dedicarse a actividades de baja productividad: 37.3% de ellas son trabajadoras independientes.
- El 48.9% de los hombres ocupados son asalariados; el porcentaje para las mujeres es de 36.5%.
- Para el 2020, 77.3% de las mujeres peruanas que trabajan lo hacen en el sector informal; y la calidad del empleo es mucho menor que la de los hombres (incluso no es reconocida –trabajador familiar no remunerado, apoyo al ‘cónyuge’, entre otros–).
- Sólo el 28.8% de las mujeres trabajadoras están afiliadas a un sistema de pensiones. En el caso de los hombres, dicho porcentaje asciende a 41.7%.
Las estadísticas siguen, pero es mejor cerrar el tema con una cita del mismo reporte: “Aunque muchas mujeres han ingresado en la fuerza del trabajo en las últimas décadas, este aumento de la participación no se ha traducido en la igualdad de oportunidades de empleo o de ingresos. Ellas y ellos tienden a trabajar en segmentos muy distintos del espacio económico, y eso ha cambiado poco con el tiempo”
Por más que tengamos que volver a repetirlo, el 8 de marzo es una fecha en la que se conmemora la lucha, y el largo camino por recorrer hacia la igualdad de oportunidades. Que sea una fecha para reflexionar acerca de la problemática, ver qué podemos hacer para nivelar ‘la cancha’, y asegurar un futuro mejor para ellas. El 8 de marzo es todo menos una felicitación por redes sociales o aprovechar para ofrecer productos y/o descuentos como si fuesen un premio; eso también es parte del problema. Como diría una página basada en la información de la brecha salarial de género del Reino Unido –expone la brecha existente entre hombres y mujeres de las empresas que realizan publicaciones ‘felicitando’ a las mujeres por su día–, ‘dejémonos de clichés y empecemos a resolver el problema’.