Jueves 28 de agosto del 2025
La transición hacia fuentes de energía renovables ya no es una opción, sino una necesidad urgente. En el contexto mundial, esta transformación representa una respuesta moral, económica y ambiental frente al cambio climático. Para el Perú, el desafío es claro: construir un futuro energético más sostenible que beneficie tanto al país como a sus ciudadanos.
Aunque el camino aún es largo, cada vez más empresas están sumándose al cambio a través de diferentes acciones. Centrándonos en el tema energético, vemos que más organizaciones han empezado a reducir el uso de los combustibles fósiles y han incrementado la diversificación de fuentes energéticas, las cuales se han convertido en prioridades estratégicas. Un ejemplo concreto de este compromiso es Claro Perú.
En los últimos años, la sostenibilidad ha ido tomando mayor relevancia y ha ido ocupando un lugar en nuestra estrategia corporativa, es así como una de las primeras acciones que desplegamos fue el promover el uso de paneles solares fotovoltaicos con potencias instaladas que van desde los 2 hasta los 10 kW. Gracias a esta iniciativa hemos logrado reducir significativamente el número de estaciones base que operan con grupos electrógenos — es decir que dependen de combustible ya sea gasohol o diesel — pasando de 110 en 2013 a menos de 10 en la actualidad, lo que representa una reducción aproximada del 91 %.
Este cambio ha generado impactos positivos: menor consumo de combustible, reducción de emisiones de dióxido de carbono y una operación más limpia y responsable. A partir de estos avances, reforzamos nuestro enfoque ambiental y comenzamos a desplegar nuevas iniciativas. En la actualidad contamos con alrededor de 7,000 estaciones base, de las cuales el 33 % utilizan energía de fuentes renovables a través de centrales hidráulicas y sistemas con paneles solares.
Estas acciones son especialmente significativas en un contexto donde nuestra demanda energética tiene un crecimiento natural no menor del 5 % anual, debido al crecimiento permanente de tecnología; por ello continuamos trabajando diferentes iniciativas para reducir nuestra huella de carbono con metas establecidas del 50 % al 2030 y, al 2050 ser carbono neutral (0 emisiones netas).
La experiencia de Claro demuestra que con compromiso es posible avanzar hacia un modelo energético más sostenible. Sin embargo, para acelerar esta transición, es fundamental que el Estado asuma un rol activo, promoviendo políticas públicas que incentiven el uso de tecnologías renovables como paneles solares y sistemas eólicos. Solo así se podrá fomentar tanto la adopción por parte de las empresas como el desarrollo de nuevos proyectos.
El Perú tiene el potencial para transformar su matriz energética. Las empresas ya están dando el primer paso. Es momento de que todos nos sumemos al cambio.