16 de Marzo del 2022
En suma: Más allá de establecer objetivos de sostenibilidad y compartir mensajes aspiracionales, la industria tiene el reto de emprender acciones para impulsar mejoras significativas dentro de la cadena de valor.
Desde los albores de la era industrial, los fabricantes se han adaptado a las innovaciones tecnológicas y a las demandas de un mercado cambiante. Hoy en día, la industria experimenta otra evolución, una que tiene a la sostenibilidad en su centro. Este enfoque tiende a avanzar rápidamente debido a que los Gobiernos y la sociedad, preocupados por el cambio climático, exigen acciones significativas en cada sector industrial, incluido el de manufactura.
Para explorar este escenario, Deloitte Global elaboró el informe “Manufactura sostenible: de la visión a la acción”, un análisis que aborda las importantes ventajas económicas y el positivo impacto medioambiental que este enfoque representa para esta industria.
Pero ¿qué es la manufactura sostenible? Ésta es la creación de productos a través de procesos económicamente sólidos que minimizan los impactos ambientales negativos y, al mismo tiempo, permite conservar la energía y los recursos naturales.
A partir de esta premisa, el informe revela que muchos sectores de la industria pueden beneficiarse de la implementación de la manufactura sostenible, no solo los relacionados con productos industriales y de consumo. Sin embargo, tomando en cuenta que los diferentes segmentos de manufactura tienen diferentes impactos ambientales, es importante considerar que la forma de abordar la manufactura sostenible será diferente en la industria automotriz, la de construcción y la de productos químicos que en los sectores de tecnología y de cuidado de la salud, por ejemplo.
¿Cómo impulsar las practicas sostenibles?
Vincent Rutgers, coautor del estudio y líder de la Industria de la Construcción y Productos Industriales de Deloitte Global, sostiene que, aunque se han logrado grandes avances en materia de sostenibilidad, el sector de la manufactura debe hacer algo más que solo establecer objetivos y compartir mensajes aspiracionales en los informes anuales.
“La industria debe reconsiderar activamente la forma en que sus empresas diseñan, obtienen, fabrican, entregan y dan servicio a todos sus productos y, además, que sean transparentes sobre los cambios que realizan. Aquellas organizaciones que lo hagan podrían emprender su camino hacia algún tipo de innovación sin precedentes, que trae consigo oportunidades comerciales. Aquellas que no lo hagan, sin duda, podrían quedarse atrás», señala Rutgers.
En línea con ello, el estudio determina cinco áreas de impacto donde las prácticas sostenibles pueden impulsar mejoras significativas en la cadena de valor de la industria de manufactura. A continuación, presentamos una breve descripción de cada una de ellas:
Ingeniería
Al revisar el diseño de los productos de manufactura que conduce a modificaciones mínimas o grandes reinvenciones, lo que permite disminuir los costos y desperdicios y, por lo general, favorece nuevas oportunidades de mercado.
Selección de material y el abastecimiento
Al establecer una selección más inteligente de los materiales para acortar las cadenas de suministro, así como aminorar el consumo de materias potencialmente tóxicos para reducir la huella de carbono.
Producción
Es otra área focal, pues la automatización e integración de los procesos, la eficiencia operativa, la ampliación de las capacidades digitales y la implementación de fuentes de energía verde se combinan para crear a la “fábrica del futuro”.
Transporte
El impacto ambiental puede reducirse mediante la reconfiguración de las cadenas de suministro, la racionalización de las rutas de transporte, la mejora de la eficiencia de los camiones e, incluso, el acercamiento de sitio de producción al punto de consumo. También, a través de la implementación de medidas que optimizan el uso de vehículos particulares, como las restricciones de tránsito en países como Colombia, naciones que a la vez promueven el uso de vehículos híbridos o eléctricos.
Posventa
La transición a un modelo de economía circular puede cambiar la forma en que los productos se diseñan, producen, venden, utilizan y eliminan, lo que se traduce en un gran ahorro en los costos de los materiales para la industria y en una reducción significativa de las emisiones generadas.
En conclusión, los sectores de manufactura que se centran en resultados a largo plazo, que trabajan en colaboración con los grupos de interés de la industria y que adoptan un enfoque bien proyectado en cada una de las áreas de impacto, tendrán la capacidad de obtener beneficios significativos en su camino hacia la sostenibilidad, pero, sobre todo, de crear un valor social que perdure.
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