Lunes 9 de enero del 2023
La economía peruana volvería a crecer entre 2% y 3% este año. Si bien el desempeño de la economía será similar al del 2022, ésta sería explicada por otros factores como la recuperación de las exportaciones mineras y el desempeño del consumo privado, que crecerá a una menor tasa que el año pasado. En contra parte, amenazas como el débil crecimiento de la economía global, la crisis política y la alta inflación pueden frenar el crecimiento proyectado.
Las proyecciones
Diversas instituciones han lanzado sus proyecciones para este año. Entre las más optimistas se encuentran la del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) y el Banco Central de la Reserva (BCRP), que proyectan que la economía crecería 3.1% y 2.9%, respectivamente. Por otro lado, el Banco de Crédito del Perú y FocusEconomics —consultora que provee data y proyecciones de la economía de diversos países alrededor del mundo— estiman que la economía crecerá solo 2.3% (ver gráfico).
Fuente: BCRP, Scotiabank, BBVA, MEF, FocusEconomics // Elaboración: Propia
Cabe resaltar que las proyecciones no incluyen el impacto de las protestas sociales en diversas regiones del país y algunas de ellas no consideran la vacancia presidencial de Pedro Castillo. Por ahora no se sabe cuál será el impacto final de las protestas, sin embargo algunas actividades que debían seguir su recuperación —y a su vez, aportar al crecimiento del país— como el turismo se han visto fuertemente impactadas. Según un artículo del El Comercio, el 60% de las reservas para este año están suspendidas, lo que afecta la recuperación del sector que no aún no vuelve a los niveles del 2019.
Factores internacionales
El 60% de la economía peruana depende del desempeño de la economía global según Kurt Burneo, ex ministro de economía y finanzas. Así, para que el Perú tenga mejores resultados, la economía global debe crecer, sobre todo sus principales socios comerciales como lo son China o Estados Unidos.
En ese sentido, el bajo crecimiento del Perú va en línea con el comportamiento de la economía mundial. La continua alza de tasas de interés en diversos países del mundo condicionaría el crecimiento global el próximo año, lo que podría concluir en una recesión en diferentes regiones. Por ejemplo, se prevé que este año Europa sufra una recesión por el alza de las tasas de interés y la alta inflación a causa de la crisis energética.
Estados Unidos, por su parte, tendría un crecimiento casi nulo de 0.6% el próximo año según el BCRP. El menor crecimiento del país del norte impactaría la economía peruana a través de la balanza comercial, la inversión y el turismo. En contraparte, China crecería 4.8% este año, resultado mejor que el 3% registrado en el 2022. La mejora de la economía china supone una oportunidad de crecimiento para el país al ser nuestro principal socio comercial.
Factores locales
A nivel local, el crecimiento de este año vendría impulsado por la recuperación de las exportaciones mineras coinciden los bancos y las instituciones. El inicio de operaciones de Quellaveco y el alto precio de los commodities impulsaran a la economía peruana en el 2023. El año pasado, la suspensión de algunas operaciones mineras como Las Bambas, a causa de movimientos sociales, frenó el avance las exportaciones; que crecieron solo 5% según el BCRP. Este año, el resultado será mejor y crecería 6.4% según las estimaciones del banco.
Los demás motores de la economía no tendrán la misma suerte que las exportaciones. El consumo privado —el principal factor de crecimiento del 2022— volverá a crecer pero a menor ritmo que el año pasado. Según proyecciones del BCRP, el consumo privado crecería 3%, cifra inferior al aumento de 4.4% del periodo pasado. La falta de inyecciones de liquidez —como el retiro de AFP y CTS—, la desaceleración del empleo formal y la alta inflación explican el deterioro del indicador.
La inversión es otro indicador que seguirá afectado y explica la diferencia de las estimaciones. Instituciones más optimistas como el BCRP proyectan un crecimiento de 1% para la inversión privada este año mientras que la inversión pública se vería estancada por el cambio de autoridades en los gobiernos regionales. Por otro lado, instituciones privadas como Scotiabank o Apoyo Consultoría proyectan una contracción de entre 2.3% y 2.5% para la inversión privada este año.
La complicada crisis política ha venido generando desconfianza en el empresariado lo que explica la proyección pesimista de la inversión privada para este año. Sin embargo, las estimaciones se realizaron cuando Pedro Castillo estaba en el poder por lo que dependiendo de las acciones del nuevo gobierno, las expectativas podrían cambiar.