Viernes 21 de julio del 2023
Cada día está más lejos la idea de que el trabajo debe ser fijo y repetible, que solo puede realizarse en las instalaciones de la empresa o que las organizaciones debe tomar decisiones solo en torno a los accionistas. Este modelo se ha visto afectado en la medida en que las empresas se enfrentan a un mayor grado de disrupción. Luego de la pandemia, el empleo no se define por puestos, el lugar de trabajo no es un sitio específico y muchos trabajadores no son empleados tradicionales.
El informe de Deloitte «Nuevos fundamentos para un mundo sin fronteras: tendencias globales de capital humano 2023» examina la transformación del trabajo y analiza cómo los líderes están enfrentando los nuevos desafíos para que las empresas puedan tener éxito en este entorno cambiante.
Para realizar el estudio, Deloitte encuestó a más de 10,000 líderes empresariales y de recursos humanos de diversas industrias en 105 países, incluido el Perú. Los datos de la encuesta se complementaron con entrevistas a ejecutivos de algunas de las principales empresas alrededor del mundo.
La investigación resalta cómo el contexto actual plantea nuevas oportunidades que podrán ser aprovechadas dependiendo de la preparación de los trabajadores y de las empresas. En ese sentido, existen tres tendencias que tuvieron una mayor valoración en el Perú.
Potenciar el impacto humano en la tecnología
Las nuevas tecnologías siguen incorporándose al ambiente laboral y no solo se limitan a aumentar la productividad de las personas, sino que también las ayudan a mejorar sus capacidades personales y el desempeño del equipo.
La tendencia explica porque el 98% de los líderes encuestados en Perú considera utilizar tecnología para mejorar los resultados del trabajo y el rendimiento de sus equipos. Cabe destacar que solo 21% de los ejecutivos afirma que está preparado para trabajar en este tema.
Navegar hacia el final de los puestos de trabajo
Tradicionalmente, el puesto de trabajo era la base para organizar los aspectos del mismo, en el que se agrupaban las tareas y se categorizaban a los colaboradores por funciones. Ese enfoque pierde sentido en el mundo de hoy. En su lugar, muchas compañías están adoptando una perspectiva basada en competencias y habilidades de sus trabajadores como la base para tomar decisiones sobre la fuerza laboral.
En ese sentido, el informe revela que el 97% de los consultados en Perú están de acuerdo en que es importante evitar centrarse en definiciones formales en los puestos de trabajo para el éxito de la organización. Sin ellos, los trabajadores tienen la oportunidad de utilizar mejor sus capacidades, experiencias e intereses, lo que les permite mejorar los resultados de la empresa. Sin embargo, solo 22% de los encuestados manifestó tener las capacidades para mejorar en este frente.
Elevar el foco en el riesgo humano
Las organizaciones deben ampliar su visión del riesgo humanos más allá del cumplimiento y la presentación de informes. La clave está en comprender plenamente estos riesgos y la responsabilidad última debe recaer en la dirección.
En este contexto, resulta fundamental contar con un marco para supervisarlos, crear una estructura flexible de respuesta a los riesgos a través de una perspectiva ampliada y más oportuna e instalar la responsabilidad en el nivel directivo para que se extienda por toda la organización. Esta tendencia fue destacada por el 97% de los encuestados y un 26% expresó que avanzaría en este aspecto.
Potenciar el involucramiento de los colaboradores
Los líderes deben aprovechar la pasión y la energía del equipo de trabajo para crear beneficios mutuos para todos. También es importante contar con objetivos flexibles y tomar decisiones que respalden sus aspiraciones de relacionamiento entre colaboradores y la organización. Este aspecto obtuvo un puntaje de 95%, mientras que solo 15% admite estar listo para dar este paso.
En conclusión, las compañías están atravesando un nuevo panorama a medida que pierden los límites tradicionales que mantenían las cosas empaquetadas y ordenadas, con lo que adquieren la posibilidad para experimentar, innovar y definir nuevos fundamentos. De manera similar, las nuevas tecnologías están remodelando los límites de cómo se define y mejora el desempeño humano, de equipo y organizacional. A su vez, la ubicación y la modalidad de trabajo pasan a ser secundarias a las necesidades de los colaboradores.