Lunes 1 de julio del 2024
La inflación sigue bajo control tras los resultados de junio. Según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), la inflación acumulada de los últimos 12 meses llegó a 2.3% en el sexto mes del año, resultado ligeramente superior al registrado en mayo y dentro del rango meta establecido entre 2% y 3%.
El resultado se dio tras un incremento de 0.1% del Índice de Precios al Consumidor (IPC) en la capital. El aumento se debe a mayores precios de algunos rubros como restaurantes y hoteles, alimentos y bebidas no alcohólicas, transporte y bienes y servicios diversos. En contraparte, otros rubros como bebidas alcohólicas y tabaco no registraron cambios en el precio.
A nivel nacional, el IPC creció solo 0.07% en junio. A diferencia de Lima, los mayores precios de categorías como bienes y servicios diversos, restaurantes y hoteles, salud, recreación y cultura, y bebidas alcohólicas y tabaco explican el resultado de junio. Asimismo, el precio de rubros como alimentos y bebidas no alcohólicas disminuyeron a nivel nacional. Así, la inflación a nivel nacional cerró en 1.9%, resultado ligeramente inferior al obtenido en la capital.
La inflación de Lima es una de las más altas a nivel regional. Según el informe, solo regiones como Ayacucho, Ica y Huancayo superaron la inflación de la capital al llegar a 3.8%, 2.7% y 2.6%, respectivamente. Del total de regiones, solo Ayacucho supera el máximo del rango meta establecido por el Banco Central de la Reserva del Perú (BCRP).
En contraparte, ocho ciudades reportaron una inflación menor al mínimo del rango. Según el INEI, la inflación en regiones como Tacna, Tumbes, Cajamarca, Pucallpa, Chimbote, Trujillo e Iquitos alcanzaron una inflación entre 0% y 1% mientras que Piura experimentó una deflación de 0.07%.
La menor inflación será clave para la recuperación económica de este año. La alta inflación registrada durante los últimos años afectó variables claves para el crecimiento como el consumo privado, el cual registró su peor resultado en 20 años —excluyendo la pandemia— en el 2023. Este año, con una inflación en niveles normales y una mayor disposición de efectivo, se espera que el consumo aumente más de lo estimado.