Más de 800 millones de trabajo estarían en riesgo por el cambio climático según un estudio de Deloitte. El riesgo no solo se daría por el impacto del cambio directamente sino que también vendría explicado por los efectos de la transición hacia una economía baja en carbono.
Pese a ello, los políticos y líderes empresariales pueden trabajar en conjunto para lograr un crecimiento económico que ayude a crear más de 300 millones de trabajos hacia el 2050. Esto se daría a través de la creación de una nueva fuerza laboral de cuello verde y garantizando el proceso de descarbonización según el reporte de Deloitte. Para lograr esto, es necesario que tanto los jefes de estado como los jefes empresariales inviertan en las nuevas habilidades verdes generando un mayor conocimiento y oportunidades.
La transición hacia una economía baja en emisiones pone en riesgo a diversos puestos de trabajo actuales. En ese sentido, el Instituto de Economía de Deloitte elaboró un Índice de Vulnerabilidad Laboral, cuya metodología ayuda a identificar las regiones e industrias que necesitan más asistencia e intervención política.
El informe indica que hay dos categorías de trabajo que están en mayor riesgo: los proyectos o regiones que serán expuestos a daños físicos por el cambio climático y aquellos que trabajan en industrias intensivas en emisiones. «Nuestro análisis muestra que 80% de las habilidades que se requerirán para los trabajos en nuestra economía cada vez más descarbonizada ya existen. Está claro que estas habilidades y los trabajadores de cuello verde serán el eje de la transición, no su consecuencia”, señaló el Dr. Pradeep Philip, Socio del Instituto de Economía de Deloitte.
La participación del sector público también será clave en el desarrollo de nuevos puestos. Así, el Instituto de Economía de Deloitte desarrolló una agenda de políticas para el desarrollo de trabajadores de cuello verde.
- Crear empleos de alto valor para definir la ruta hacia la transición: Se requieren vías de empleo que representan una oportunidad de trabajo para que los colaboradores puedan mantener sus estándares de vida y una participación significativa del trabajo durante la transición hacia las bajas emisiones de carbono.
- Reformar los sistemas de educación y capacitación: Es fundamental reformar el sector educativo y de formación para aprovechar el potencial económico de la descarbonización.
- Utilizar la política para impulsar la resignación efectiva de habilidades: No todos los trabajadores, habilidades o regiones requerirán las mismas soluciones. Adoptar un enfoque de cartera considerará a los trabajadores que se encuentran en el lugar equivocado, a los que tienen las habilidades equivocadas, a los trabajadores infrautilizados y los que pueden necesitar un empujó.
- Establecer los objetivos de reducción de emisiones de carbono ambiciosos: Los objetivos para reducir las emisiones de carbono bien definidos pueden ayudar a las industrias, empresas y personas a tomar decisiones de inversión efectivas para una transición oportuna y coordinada.
- Adoptar un enfoque con base en sistemas para la nueva política: Acelerar el progreso hacia cero emisiones netas y abordar nuestros desafíos climáticos más difíciles requerirá niveles extraordinarios de colaboración y coordinación entre los sistemas económicos emergentes, desde el gobierno, las finanzas y la tecnología.
Para más información al respecto, puedes ver un informe dando click al siguiente link.