Martes 17 de octubre del 2023
El pasado 16 de octubre fue el Día Mundial de la Alimentación y en fechas así es importante abordar los problemas del país en esta materia como lo es la anemia. Según la última Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (Endes) elaborada por el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), 43.6% de los niños entre 6 y 35 meses sufren este mal.
Así, en el marco del Día Mundial de la Alimentación es clave abordar este tema desde los gobiernos locales, la academia, la industria y la población. «La lucha contra la anemia sólo tendrá éxito a nivel nacional cuando se lleve a cabo en conjunto. Es importante, también, trabajar desde una comunicación asertiva, que brinde formas de alimentación segura adecuadas y propias para cada región, a fin de aprovechar los recursos propios, que estén al alcance de la población que menos ingreso de dinero tienen, la más afectada con este serio problema de salud”, explicó Marino Aquino, jefe de la Escuela de Industrias Alimentarias de SENATI.
Si bien el control de la anemia es un tema netamente de salud, la industria alimentaria viene desarrollando productos con los nutrientes necesarios para evitar este tipo de enfermedades. Estos productos están hechos a base de mariscos, carne de pescado, legumbres, quinua o kiwicha; lo que los hacen ricos en proteínas y hierro.
El desarrollo de estos productos contribuye a solucionar el problema. «Lo que tienen claro las industrias alimentarias es que es importante desarrollar productos con insumos regionales; el consumo de proteínas siempre ha sido y es de alto costo, por ello se elaboran en estas opciones más económicas y saludables, que pueden ayudar a las poblaciones de menores ingresos, las más vulnerables ante este problema de salud”, acotó el docente.
En ese sentido, productos como néctares y papillas enriquecidos con hierro son algunos de los productos que se está entregando a los consumidores, sobre todo en poblaciones escolares específicas atendidas por gobiernos locales. Estos productos son alimentos sin contaminantes que no ponen en riesgo la salud del consumidor y satisfacen las necesidades de los clientes.