Martes 9 de julio del 2024
El pasado 4 de julio, representantes de ProInversión, Essalud e IBT Group suscribieron la firma de los Contratos de Concesión para la construcción de dos grandes proyectos hospitalarios en Piura y Chimbote. Los proyectos beneficiarán a más de 1.2 millones de asegurados en dichas zonas geográficas y ciudades aleñadas como Tumbes y Ancash.
Este no sería el primer hospital concesionado por IBT Group, la empresa ya está a cargo de la gestión de los complejos hospitalarios Alberto Barton y Guillermo Kaelin. La nueva apertura será clave para replicar el modelo de gestión en otras partes del país. «Hoy es un día trascendental para todos los peruanos. Este proyecto, que ha llevado tiempo gestándose, es el resultado de la colaboración y el compromiso de muchos actores. Estamos orgullosos de poder contribuir con un modelo de salud que, cuando se unen las voluntades y todos los sectores de la sociedad, se puede lograr un trabajo eficiente y moderno, que es un claro ejemplo del valor que podemos aportar y que este sea replicable para otras regiones y países», explicó Agueda Amaya Silva, gerente general de IBT en el Perú.
Para el caso de Piura, el proyecto incluye el diseño, financiamiento, construcción, equipamiento, operación y mantenimiento de un hospital especializado. En cuanto a Chimbote, se contempla un policlínico y la construcción de un hospital de contingencia para garantizar la continuidad del servicio durante la ejecución.
Respecto a dimensiones, el hospital de Piura tendrá un área de 50,000 m2 y contará con 324 camas hospitalarias, con lo que beneficiaría a más de 866,000 asegurados. En el caso de Chimbote, el proyecto consta de un hospital especializado y un policlínico de complejidad creciente (PCC), así como la construcción de un hospital de contingencia temporal. Éste atenderá a más de 300,000 asegurados y contará con 161 camas de hospitalización. Ambos hospitales serán construidos bajo la modalidad de Asociación Público-Privada (APP).
El plazo de concesión es de 20 años y contempla 3 años de etapa preoperativa, que incluye la elaboración del expediente técnico, la construcción del hospital de contingencia, las actividades de edificación de la infraestructura y equipamiento, y la puesta en marcha. La etapa operativa, por su parte, tiene una duración de 17 años en los que se incluye la marcha blanca, la operación y el mantenimiento.