Martes 24 de enero del 2023
La región de Latinoamérica y Caribe tendrá un crecimiento de 1.3% en el 2023 según proyecciones del Banco Mundial. En dicho contexto, el Perú crecería 2.6% por lo que sería uno de los países con los mejores resultados de la región. Sin embargo, para que el crecimiento proyectado se cumpla se deben dar ciertas condiciones que podrían cambiar a medida que la situación política o económica de estos países o el mundo cambie.
En ese contexto, el Banco Mundial analizó los principales riesgos para la región en general. Si bien los problemas aplican para el hemisferio latinoamericano, varios de ellos afectan a Perú, incluso en mayor medida que a la región.
Menor crecimiento global o recesión mundial
El comercio internacional es una de las principales actividades económicas dentro de la región por lo que depende mucho del desempeño de la economía global así como de los países desarrollados. En un contexto donde la economía está en desaceleración, la menor demanda de algunos commodities como la energía o productos agrícolas disminuye, lo que tiene un impacto directo en las exportaciones de la región según el Banco Mundial.
Las menores exportaciones no solo implican un menor ingreso sino que también afectan a las inversiones. Según el reporte, los términos de intercambio en Latinoamérica y Caribe están correlacionados con el crecimiento de las inversiones, por lo que la caída de las exportaciones no solo debilitaría la demanda sino que también afectaría las inversiones en proyectos enfocados en la explotación de commodities.
Por ejemplo, el año pasado, el menor crecimiento global sumado a la desaceleración de China, llevaron a que el precio de los metales cayeran de manera sustancial hacia la parte final del año. El impacto perjudico las exportaciones del Perú este año, que crecieron menos de lo proyectado a inicios de año.
Mayor aumento de las tasas de interés
En caso la inflación se mantenga a nivel global, las principales economías del mundo seguirán aumentando sus tasas de interés. Según el Banco Mundial, de mantenerse la tendencia —sobre todo en Estados Unidos— la complicada situación financiera llevaría a una salida de capitales, un mayor gasto fiscal y la depreciación de las monedas de la región.
La situación cambiaría dependiendo del país. Para países con economías más grandes como Perú o Colombia, el efecto se vería más en las cuentas fiscales de la economía y en la confianza empresarial mientras que para países más pequeños el impacto se daría por el lado del financiamiento. Hoy existen diversos países del caribe que están considerablemente endeudados, un aumento en la tasa de interés podría llevar a que estos países experimenten una crisis financiera según el documento del Banco Mundial.
Inflación persistente
Si bien se espera que la inflación empiece a ceder este año, hay proyecciones que demuestran lo contrario. Según el Banco Mundial, las expectativas de inflación para el mediano plazo han aumentado lo que causaría complicaciones para las economías de la región.
La situación reduciría el poder adquisitivo de los latinoamericanos además de generar posibles depreciaciones en las monedas latinoamericanas. Para evitar que la inflación siga en aumento, los bancos centrales deberán realizar costosos ajustes para redireccionar las expectativas. Esto sería perjudicial para economías con una deuda pública sensible a cambios en las tasas de interés como lo puede ser Brasil según el reporte.
Alta desigualdad y baja productividad
El documento resalta el problema del bajo crecimiento de los ingresos percapita y la baja productividad. Según el reporte, la región es una de las que tienen una mayor desigualdad de ingresos. Para este año se espera que la tendencia se mantenga e incluso se podría complicar más dada la situación financiera e inflacionaria que está experimentando la región.
Esta situación podría aumentar el riesgo de conflictos sociales en diversos países de la región. La falta de productividad por protestas u otros disturbios impactarían de manera negativa la confianza empresarial y de los consumidores, lo que frenaría el crecimiento esperado.
A ello también se le tienen que añadir dos factores que agravarían el problema. El primero es la corrupción que limita las oportunidades económicas de la región y el segundo es el cambio climático, que podría generar pérdidas en la economía como se ha venido experimentando en los últimos dos años.