27 de Enero del 2022

El próximo 15 y 16 de Febrero, AmCham Perú realizará la Sexta Edición del Foro Internacional Tributario. En éste, se discutirá temas como el Impuesto a la Renta, la Delegación de Facultades, la tributación al sector digital, entre otros. Asimismo, contaremos con panelistas internacionales desde Chile, Colombia y México, quienes compartirán sus experiencias recientes en reformas tributarias y el proceso detrás.

Previo a la realización de éste, la Cámara tuvo la oportunidad de conversar con Luciana Yañez, socia del Estudio Zuzunaga, Assereto & Zegarra Abogados y presidenta del Comité de Asuntos Tributarios de AmCham Perú. Luciana inaugurará el Foro y será moderadora en el panel ‘Mesa Internacional: experiencias recientes y una mirada hacia el futuro’ , en el que se tratarán temas de herramientas tecnológicas en la fiscalización, economía digital, y mecanismos de solucion de controversias. A continuación, la entrevista:

En su opinión, ¿cuáles son los aspectos tributarios en los que todo empresario debería estar informado en la actualidad? ¿Por qué? 

Hoy en día, las empresas operan en un entorno corporativo que se encuentra en constante cambio, donde la implementación de herramientas tecnológicas es una tendencia mundial que se encuentra acompañada con regulaciones tributarias cada vez más complejas y que tienen como elemento común, el impacto de las innovaciones tecnológicas mediante las cuales se transparenta la información de las empresas, dándoles mayor visibilidad y permitiendo una mejor trazabilidad de sus operaciones. En este contexto, identifico cuatro aspectos que deben tener en consideración los empresarios:

El primero es tener en cuenta que estamos frente a una transparencia a nivel mundial frente a la administración tributaria, que ha llevado a que se implementen nuevas obligaciones de reporte (muchos de ellos provocados por la lucha contra la erosión de la base y el desplazamiento de ganancias – BEPS) y que las autoridades fiscales utilizan cada vez más los métodos digitales para recopilar información de los contribuyentes y hacer un uso estratégico de la analítica de datos para impulsar la recaudación de impuestos, orientar las iniciativas de cumplimiento, gestionar el riesgo y mejorar su eficiencia de forma general. Lo anterior tiene profundas implicaciones para las empresas no solo por la preparación de reportes y cumplimiento fiscal, las auditorías y el eventual riesgo reputacional ante posibles controversias, sino que implican que el empresario debe reconocer la necesidad de desarrollar una eficiente gestión de riesgos, en atención a la información a la que tendrá acceso las distintas administraciones tributarias.

Como un segundo aspecto, las empresas necesitan una gestión digital de sus operaciones para poder satisfacer las demandas en un nuevo mundo de la administración fiscal digital. Para ello es esencial poner en marcha un nuevo modelo operativo digital, lo que implica la necesidad de asegurar que se entienden los requisitos de datos de las autoridades fiscales, para así presentar los datos de origen en el formato necesario para cumplir con los requisitos de los países en los cuales tienen presencia y disponer de las herramientas adecuadas para preparar las correspondientes declaraciones y reportes. Además, la gestión digital de sus operaciones también supone que se deban realizar el correspondiente análisis de los datos antes de archivarlos y poner en marcha un proceso para archivar los archivos digitales con fines de auditoría.

De esta manera, la implementación de un nuevo entorno digital en línea con los estándares que manejen las administraciones tributarias mejora las posibilidades de mantener e incrementar la productividad de la empresa, haciéndola más competitiva y, por otro lado, se logra también un incremento en la predictibilidad frente a acciones de control de la administración tributaria. Asimismo, estos cambios permiten, por otro lado, un aumento la rentabilidad de la recaudación de cara a la administración tributaria.

Como tercer aspecto, a raíz de la globalización, los países tienen una mayor interconexión, lo que ha permitido que los gobiernos recopilen y compartan entre ellos información de los contribuyentes, siendo además que los cambios fiscales en una jurisdicción pueden ahora tener repercusión a nivel mundial. Como consecuencia de lo anterior, las controversias fiscales también están evolucionando desde disputas bilaterales en países específicos hacia una dinámica que puede involucrar a varios países. Debido a lo anterior, los empresarios tienen ahora también la tarea de gestionar el riesgo y las controversias fiscales, dentro de un contexto más desafiante. Para lidiar con ello, es necesario que las empresas tengan un enfoque integrado y global que pueda ayudarles a detener la controversia antes de que se produzca, así como hacer un seguimiento de su visibilidad, supervisión y evaluación de riesgos que le permitan gestionar mejor las controversias que se hayan producido y poder enforcarse en su negocio.

De esta manera, se vuelve imprescindible que las empresas cuenten con una gestión de auditorías, de recursos de reclamación, apelación, o los litigios; así como, sería importante que nuestro ordenamiento jurídico incorpore la posibilidad de hacer uso de medios alternativos de solución de controversias, lo que implicaría ahorro de tiempo y de recursos tanto de los particulares como del Estado.

Por último, como un cuarto aspecto, es importante que las empresas analicen constantemente sus necesidades a corto y largo plazo para gestionar de forma eficiente y eficaz sus operaciones fiscales, así como las formas estratégicas de ingresar a un negocio con otras empresas, la transferencia de negocios, o el acceso a fuentes de financiamiento, siendo el impacto de la arista tributaria uno de los factores clave. En el caso de los empresarios cuyas operaciones se realizan en un entorno digital (plataformas digitales), se deberán tener en cuenta cómo los mecanismos de recaudación de impuestos afectarán la estrategia del negocio. Como, por ejemplo, si la compañía absorberá en la estructura de costos el impuesto o no.

Finalmente, no podemos dejar de mencionar que una ola de incertidumbre política y el planteamiento de una reforma tributaria no orgánica ha añadido una nueva valla al entorno de la gestión del riesgo fiscal con impacto directo en las operaciones del sector empresarial.

¿Qué temas regirán la agenda legislativa en materia durante el 2022? ¿Cuáles serán los de mayor incidencia para la ciudadanía?

Los principales aspectos que regirán la agenda tributaria este 2022 y que tendrán mayor incidencia en la ciudadanía pueden ser agrupados en cinco frentes: El primero, en la optimización de procedimientos para disminuir la litigiosidad y la posible implementación de mecanismos alternativos para solucionar conflictos. El segundo es la simplificación de obligaciones tributarias aprovechando el desarrollo de las herramientas tecnologías, implementando, por ejemplo, declaraciones prellenadas de Impuesto General a las Ventas (IGV).

Uno tercero, relacionado con la regulación del uso de las herramientas de transformación digital para optimizar: (1) las facultades de fiscalización de la Superintendencia Nacional de Aduanas y de Administración Tributaria (SUNAT); (2) las actuaciones entre ésta y los administrados; y, (3) la notificación de infracciones y sanciones. Un cuarto frente para establecer medidas que premien al contribuyente cumplido y castiguen al contribuyente incumplido, tales como: (1) la creación de perfiles para cada contribuyente en función del cumplimiento de las obligaciones ante la SUNAT; (2)  habilitar a la SUNAT para que en determinados supuestos proceda con la inscripción de oficio de determinados sujetos al Registro Único de Contribuyente; y, (3) establecer un procedimiento de atribución de la condición de sujeto sin capacidad operativa, entre otros. Finalmente, implementar un mecanismo de recaudación del IGV aplicable a la economía digital, específicamente para las operaciones realizadas a través de plataformas digitales de proveedores extranjeros.

¿Identifica la posibilidad de cambios estructurales en un corto o mediano plazo? ¿Cuál sería su impacto? 

De acuerdo con información de CEPAL, en los últimos veinte años la recaudación tributaria como porcentaje del Producto Bruto Interno (PBI) en el Perú se ha mantenido por debajo del registrado por la mayoría de los países de la región. Debido a ello, identifico la necesidad por apostar por una reforma programática que tenga como fin lograr el aumento de la recaudación tributaria tan buscada e incentivar la inversión local y extranjera. Para ello, no son suficientes “parches” que se hagan a nuestro sistema normativo, pues su principal problema es la necesidad de “ampliar la base”, siendo que Perú tiene las más altas tasas de informalidad.

En efecto, según información de organismos nacionales e internacionales, el Perú es el país con mayor informalidad laboral y uno de los tres países con mayor informalidad económica en América Latina. Llegando a extremos de que más del 90% de las empresas están excluidas del circuito económico formal, más del 70% de la recaudación es cubierta por las grandes empresas y la fuerza laboral formal. Además, la evasión tributaria en el Perú equivale al 8% del PBI, razón por la que dejamos de recaudar el 36% en IGV y más del 50% en Impuesto a la Renta; tasas que están entre las más altas del mundo. En conjunto, dichos niveles de incumplimiento representan casi la mitad de los ingresos totales del Gobierno y son significativamente superiores a los de los países de la Alianza del Pacífico (México, Chile y Colombia).

Para superar dichos obstáculos la solución no es subir las tasas impositivas, pues ello implica olvidarse de combatir las reales causas de la baja recaudación. Por ello, es necesario diseñar un plan riguroso focalizado en tres objetivos a mediano plazo: (i) reducir drásticamente la informalidad empresarial y laboral, elevando la competitividad y rentabilidad de las Mypes y promoviendo el empleo juvenil calificado; (ii) reducir progresivamente la evasión tributaria, para lo cual se podrían reforzar los mecanismos digitales con los que cuenta la SUNAT (comprobantes de pago y libros contables electrónicos) y dotar a la SUNAT de mayor capacidad técnica y de gestión para analizar la información que recopile e implementar mecanismos que permitan incorporar a los actores que se encuentren evadiendo impuestos; y, (iii) reducir progresivamente la elusión tributaria. Sobre este último punto, hay una gran valla por superar, que es generar la credibilidad internacional necesaria para seguir atrayendo inversiones al Perú, sin ahuyentar los capitales por el temor de que la SUNAT vaya a hacer un uso abusivo de las normas anti-elusivas.

Por otro lado, otro punto importante a trabajar a corto y mediano plazo es la reducción de la conflictividad, la cual impacta directamente en la mejora de nuestros niveles de recaudación y de competitividad frente a otros países que cuentan con sistemas de cumplimiento y solución de conflictos mejores que el nuestro. De esta manera hace falta, una reforma integral del sistema de solución de controversias, en la cual participen los actores involucrados con el apoyo de una Comisión de Expertos, tal como ha sucedido en otros países como los casos de España y Colombia. Esta reforma debería estar enfocada en la implementación de medidas que busquen la: (1) prevención del conflicto tributario; (2) simplificación del procedimiento administrativo y el proceso judicial; y, (3) evaluar la implementación medidas alternativas de prevención y/o solución de conflictos.

Lo anterior además deber ir de la mano con un trabajo enfocado en el cambio de mentalidad en la relación existente entre la administración tributaria y el administrado. Este cambio debe pasar por superar una conducta antagonista y pasar a una conciliadora, que busque permanentemente evitar el conflicto o finalizarlo lo antes posible en todo momento del procedimiento o proceso. Para ello se podrá implementar el uso de mecanismos alternativos de solución de controversias que incluyen la mediación, la conciliación y la transacción – los dos primeros podrían ocurrir siempre, en cualquier etapa, mientras que el último sería una vía alternativa a la del Poder Judicial-. Asimismo, se debería trabajar en medidas de gestión y de incentivos, pues con la sola promulgación de normas sin medidas gestión no lograría los avances en cuanto la reducción de conflictividad.

Finalmente, debe tenerse en cuenta que, a mayor ineficiencia del gasto público, menor es la percepción de legitimidad del cobro de impuestos, generando así un incentivo a la informalidad, a la evasión y a la elusión tributaria, por ello resulta indispensable que el Congreso apruebe medidas que controlen y sancionen la falta de ejecución de los presupuestos asignados o la distorsión del uso de los referidos recursos.

El Foro Tributario se desarrollará en dos días y contará con la participación de grandes profesionales, nacionales e internacionales, ¿Qué charlas espera con anticipación? 

En el primer día se reflexionará sobre los cambios realizados en el Impuesto a la Renta en materias como las nuevas limitaciones a la deducción de gastos por financiamiento en función del EBITDA tributario, el costo del ingreso a nuevos negocios a través de los contratos en asociación en participación y la determinación del valor de mercado en la enajenación de acciones y commodities. Luego, en un segundo bloque se tratarán las principales propuestas para modificar el Código Tributario en materia de la nueva relación del contribuyente con la administración tributaria en cuanto la resolución de conflictos, determinación de la deuda y la labor de fiscalización, aspectos que están revolucionando con motivo del uso de las herramientas digitales que implican la lucha contra la información (visibilidad y trazabilidad de las operaciones del contribuyente), así como, la imposición de mayores obligaciones para la administración tributaria para cautelar los derechos del contribuyente y la información recibida.

El segundo día empezaremos con un análisis desde el IGV de la tributación de las “plataformas digitales directas” (una persona ofrece un servicio y la otra recibe) y las “plataformas digitales de intermediación” (que fungen como terceros que ponen en contacto a una persona que ofrece  bienes o servicios con otra persona que quiere comprarlos, en los sectores de transporte, hospedaje, servicios y bienes), tanto desde el punto de vista de los empresarios y consumidores, así como de la administración tributaria. Por último, tendremos una mesa internacional donde se reflexionará sobre mecanismos para solución de controversias, el uso de la innovación tecnológica para simplificar el cumplimiento de las obligaciones tributarias y los mecanismos de recaudación del IGV aplicable a las plataformas digitales, teniendo en cuenta el ordenamiento jurídico peruano en contraste con la experiencia que nos brindarán expertos de los países miembros de la Alianza del Pacífico.

¿Qué les diría a las personas que están evaluando inscribirse en el Foro? ¿Cómo los convencería de que es una gran oportunidad para ampliar / reforzar su conocimiento en materia tributaria? 

Es la oportunidad de contar con un enfoque práctico y reflexivo, así como de aporte a los diferentes actores de la sociedad respecto a la implementación de nuevas medidas en cuanto el Impuesto a la Renta, el IGV, así como la intención de reducir la litigiosidad y la utilización de las herramientas tecnológicas para determinar y fiscalizar las obligaciones tributarias.

De esta manera, los asistentes contarán con un espacio de reflexión sobre los temas tributarios que marcarán la agenda en el corto y largo plazo, teniendo en cuenta su impacto en tres “stakeholders”: i) los empresarios (y sus abogados in-house); ii) los funcionarios públicos (administración tributaria, Tribunal Fiscal y miembros del Poder Judicial); y iii) los profesionales (abogados, consultores, contadores), teniendo en cuenta tanto la perspectiva los expertos nacionales como internacionales, quienes compartirán sus experiencias y tendencias en Chile, Colombia y México.

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