28 de setiembre del 2021
Los proyectos mineros metálicos y no metálicos generalmente se ubican en el entorno rural de la sierra. El paradigma clásico y dominante es que en la sierra no hay potencial, que nos enfrentamos a un problema social donde las familias son víctimas de sus circunstancias, que están sumidas en la pobreza y nos dan pena y que no son capaces de comprender el desarrollo, por lo que debemos gastar en programas de ayuda social. Además, en entornos mineros, nuestra lectura de la realidad puede estar sesgada por la desconfianza generada en las relaciones negativas del pasado, las expectativas desvinculadas de las capacidades reales y las demandas de la población.
Debemos centrar nuestra atención en las personas, las familias y el potencial del territorio, no en los problemas. ¿Cómo están las personas y familias? ¿Cómo interactúan con su entorno? ¿Cuál es el potencial del territorio?
El programa debe tener una estrategia que ataque de manera integral el problema de la sierra rural, que incluye: autoestima, salud, ingresos, articulación con los sistemas existentes en el territorio, entre otros. Asimismo, este programa debe tener una estrategia de acompañamiento familiar para que éstas aprovechen de la mejor manera los beneficios que se generan en el territorio. También es muy importante que tenga una estrategia de trabajo con la comunidad (ordenamiento, participación, agua, caminos, forestación, etc.).
¿Qué características debería tener el programa de desarrollo social para mi área de influencia?
- Un programa que tenga una lectura basada en la persona, la familia y el potencial del territorio
- Que tenga una estrategia clara y un sistema de dirección que le permita generar resultados en campo
- Que permita a las personas desarrollarse brindándoles oportunidades y herramientas prácticas
- Que genere beneficios, tales como ingresos y saberes prácticos, y disfrute, tal como el gusto por aprender, compartir y liderar procesos de cambio con todas las personas con las que trabaja.
Otro aspecto relevante es que el sistema de dirección del programa permita lo siguiente:
- Delegar y ceder el liderazgo a los actores del territorio. Las mismas familias, autoridades y líderes deben asumir roles y responsabilidades
- Que los integrantes de los equipos sean valorados por su experiencia y no por sus títulos técnicos o profesionales
- Que los equipos estén conformados por personas que sean capaces de ser empáticos con las familias con las que interactúen
- Que brinde metas claras y exigentes a sus equipos
- Que cuide que los procesos administrativos sean lo más ágiles posible
- Que mida sus resultados e impacto de manera constante, y que el error, no sea castigado, sino valorado como elemento de aprendizaje
Por otro lado, el programa debe brindar oportunidades y herramientas prácticas que permitan un aprendizaje constante de las personas del equipo y de las familias con las que trabaja, tales como:
- Aprendizaje evaluativo
- Celebración del cambio
- Dar oportunidad a campesinos de liderar procesos y/o asumir roles y responsabilidades
- Autonomía funcional (en la conformación de equipos y organización en campo)
- Aprendizaje constante, empatía, ayuda mutua
Finalmente, el programa debe permitir que sus participantes generen beneficios como mejores ingresos y saberes prácticos (innovaciones útiles y replicables), disfrute por aprender y pertenecer a un equipo que los valora y valora a las personas con las que trabaja.