2 de Agosto del 2021
Muchos consideran que la sociedad mundial moderna se caracteriza por tener menor discriminación y desigualdad que en el pasado, y probablemente sea así. Sin embargo, esa apreciación contrasta con la percepción que tienen actualmente las generaciones más jóvenes, pues en sus opiniones demandan cambios significativos en los temas coyunturales asociados a la diversidad e inclusión.
La Encuesta Millennial y Generación Z, publicada por Deloitte Global a principio de 2021, da cuenta de la incesante aspiración por parte de ambas generaciones para impulsar cambios sociales significativos y establecer la responsabilidad individual, colectiva, empresarial y gubernamental que ello implica.
El estudio revela que una de cada cinco personas se siente discriminada frecuentemente. Asimismo, el 56% de los millennials y el 60% de los Generación Z a nivel global, mencionó que el racismo es común en la sociedad en general. En Perú el porcentaje es aún más alto: el 69% de los millennials y el 78% de Gen Z considera que el racismo está diseminado en toda nuestra sociedad.
De las 23 mil personas encuestadas en 45 países, más del 42% de ellas mencionó que ha tratado de educar y cambiar las ideas de las personas de su entorno, en temas de diversidad e inclusión, pero solo el 18% ha tratado de educarse a sí mismo. Es decir, el grueso de la población de nuestro país está consciente del problema, pero actúa en menor medida para contrarrestarlo. Vale señalar que, tal como lo define el estudio, los millennials lo comprenden las personas que nacieron entre 1983 y 1994; mientras que la generación Z entre 1995 y 2003.
Ese aspecto en concreto nos lleva a preguntarnos ¿cómo nos estamos educando sobre temas de diversidad e inclusión en nuestra vida diaria y en nuestro entorno laboral? Como empleados o empleadores, como líderes o miembros de equipo, como padres e hijos, debemos asumir este asunto con mayor responsabilidad y participación. Empecemos por nosotros. Miremos nuestro propio lenguaje, nuestros prejuicios, nuestros sesgos, busquemos ser más inclusivos y celebremos las diferencias, porque es en la diversidad donde surgen las mejores ideas.
Otro resultado de la encuesta tiene implicación con la salud mental. En los 45 países que participaron en el estudio se reconoció que el estrés y ansiedad afectan a 31% de los millennials y a 35% de la Gen Z. En nuestro país estos porcentajes aumentan a 37% y 39%, respectivamente, siendo el bienestar familiar la principal preocupación. En el caso de los millennials peruanos, el 56% manifiesta que no ha hablado abiertamente a sus empleadores respecto a sus respuestas emocionales ante el estrés y la ansiedad desde que inició la pandemia.
En relación a la visión que tienen de las organizaciones, tanto el 57% de millennials como de la Gen Z, consideran que las empresas tienen un gran impacto en la sociedad. Sin embargo, la mayoría contempla que estas solo están enfocadas en su propia agenda y que su única ambición es hacer dinero, en lugar de tomar en cuenta a toda la sociedad.
Por otro lado, en nuestro país, con porcentajes mayores a los registrados a nivel global, una gran parte de los millennials (54%) y de la Gen Z (51%) piensa que después de la pandemia, mejorará el compromiso de la gente para tomar acción personal en atender los asuntos asociados al cambio climático y al medio ambiente.
Definitivamente el cambio debe empezar por nosotros.