6 de Agosto del 2020
Francisco Paz, managing director de Equifax Perú, detalla la respuesta de la empresa desde el primer día de la cuarentena, el manejo de crisis a nivel interno y la buena respuesta del equipo.
¿Cuáles fueron las principales acciones a corto y mediano plazo? ¿Alguna de ellas se mantendrá?
En Equifax, reaccionamos de manera inmediata y estuvimos listos desde el fin de semana previo a la cuarentena. Nos adelantamos a un posible discurso del presidente y tuvimos una reunión el domingo 15 de marzo en la tarde, donde decidimos que todos nuestros colaboradores debían recoger sus laptops y prepararse para trabajar completamente desde casa.
Conocida la noticia, ese mismo domingo la mayoría se acercó a la oficina por sus equipos y el lunes se terminó de habilitar laptops a los faltantes. Para el martes, ya la compañía funcionaba al 100% de manera virtual. Fue una reacción muy rápida que nos posicionó como una de las pocas compañías en el país que pudo atender desde el día 1 desde casa.
Con esta coyuntura hubo un viraje hacia todo lo vinculado a los procesos digitales. Se generó mayor demanda de nuestros clientes para digitalizar el ciclo comercial de sus negocios. En Equifax contamos con soluciones para toda la cadena, desde la prospección hasta la cobranza. Por ejemplo, tenemos un producto de validación de identidad que permite prospectar de manera digital y asegurar que una persona es quien dice ser, otro producto para firmas digitales con validez legal, entre otros. Hay mucha demanda, sin duda la digitalización llegó para quedarse.
¿Cómo fue el manejo de la crisis a nivel interno y la respuesta por parte de los trabajadores?
Lo primero que hicimos fue crear un comité conformado por nuestro equipo de directores y otros especialistas que se reunía todos los días. Además incluimos a los líderes regionales para analizar integralmente las diferentes medidas que el gobierno iba dando.
En función al pronunciamiento de nuestras autoridades, revisábamos si nuestro negocio sufría algún impacto, y cómo debíamos enfocarlo. Al estar dentro de los servicios esenciales podíamos hacer los ajustes necesarios en nuestra operación y reaccionar rápidamente.
El comité de crisis funcionó de manera diaria el primer mes, luego lo hicimos interdiario, hasta que al cabo de unos meses -con la situación estabilizada-, lo desactivamos y continuamos con nuestras reuniones regulares que ahora son virtuales. Pero siempre atentos a las novedades del estado de emergencia que venimos atravesando como país.
Respecto a nuestro equipo de colaboradores, tuvimos una excelente reacción, todos se acomodaron rápidamente a trabajar 100% en modo home office. Uno de los aspectos positivos de esta situación es el fortalecimiento del trabajo colaborativo, el cual mejoró enormemente en gran parte por la facilidad de dar un click en la computadora y entrar a las reuniones. Esa flexibilidad abona en el trabajo en equipo, pues si tienes que tomar una decisión con alguien más, generas una reunión breve, toman las decisiones y continúan trabajando.
¿Qué lecciones se lleva de esta crisis?
La pandemia continúa, con lo cual las lecciones las seguimos aprendiendo cada día. Acabamos de entrar a una nueva etapa; la flexibilización de la cuarentena, y estoy seguro que vamos a aprender nuevas cosas.
Pero la lección más grande que me llevo hasta el momento es que no tenemos que esperar a que ocurran este tipo de eventos para implementar y hacer que funcionen los cambios que la compañía requiere. Nosotros veníamos haciendo una transformación cultural enfocados en trabajar de manera ágil y colaborativa, pero venía lento. Y esta nueva realidad lo aceleró, lo logró y lo metió en el ADN de Equifax y en el chip de las personas. El día a día a veces no te deja hacer esos grandes cambios pero no debemos esperar una situación como esta para darle prioridad. Si ya tienes la decisión del gran cambio, hay que darle prioridad y hacerlo.