18 de Abril del 2022
La Cámara entrevistó a Manuel Cipriano, consultor especialista en TIC & telecom y ex director de OSIPTEL, para hablar sobre el balance y las perspectivas del sector telecom. Asimismo, se conversó acerca de proyectos y leyes que ‘guiarán’ al sector este año; al igual que las trabas para acelerar la recuperación (que empezó en el 2021).
La pandemia hizo que procesos como la digitalización empresarial se aceleren; pero persisten problemas para ampliar la cobertura en el sector telecomunicaciones. Desde tu punto de vista:
¿Cuáles son los problemas que persisten?
1. Insuficiente infraestructura de telecomunicaciones. en nuestro país, ese es el principal problema que afronta el sector; producto de las barreras que establecen los municipios y el mismo gobierno central. De acuerdo al OSIPTEL, hace un año habían unas 25,000 antenas; pero para el 2025 vamos a necesitar casi el triple (alrededor de 60, 000). Sin embargo, los gobiernos locales aún siguen poniendo trabas y demoras para la instalación de las antenas y el despliegue de fibra óptica, mientras que el gobierno central no promueve una real política de expansión de redes.
2. Marco regulatorio que incentive la expansión de los servicios. Así como tenemos un déficit de infraestructura, también tenemos un marco regulatorio que no promueve la expansión. Muy por el contrario, cada vez se crean más requisitos para expandir las redes a través de una serie de trámites y nuevas exigencias.
Sumado a esa situación, se tiene un régimen sancionatorio que resulta contraproducente con una política que promueva el cumplimiento de las normas y objetivos del sector. En vez de endurecer el régimen con más sanciones y elevar multas, se podría apostar por una “regulación responsiva” que promueva acuerdos público-privados para que, por ejemplo, se reemplacen las sanciones por compromisos de expansión o la mejora en la calidad de los servicios.
Uno de los ejemplos que viene dando resultados es la política que se han impementado de canjear el pago del canon por el uso de espectro a cambio de compromisos de expansión. Creo que ese ejemplo debería adoptarse en otros aspectos de la regulación como el sancionatorio, para tener resultados más eficientes y en los usuarios perciba realmente el beneficio de las políticas del gobierno.
3. Acelerar la adopción de nuevas tecnologías. Esto va de la mano con destrabar las licitaciones que están suspendidas y comenzar a la brevedad con las nuevas licitaciones de espectro que se requieren, como el el caso de los concursos para las bandas de espectro para 5G.
¿Cuál es la brecha actual en la cobertura de internet?
Según datos del INEI, al inicio de la pandemia en el 2020, solamente el 40.1% de hogares en el país tenian acceso a Internet. En el ámbito rural la cifra se reduce drásticamente llegando solamente al 5,9%. En el caso de Lima Metropolitana, el 62,9% de hogares tienen el acceso. Todo ello nos demuestra que aún tenemos un déficit importante de cobertura en el país y que debería ser el tema prioritario de la agenda regulatoria.
¿Ha habido indicadores que han mejorado en los últimos dos años?
Si hacemos la diferencia entre internet móvil e internet fijo, podemos destacar que en el caso del internet móvil, según el OSIPTEL, la penetración al tercer trimestre de 2021, era de 83.1 lineas moviles por cada 100 habitantes, mientras que en el 2020 era de 79.73. En el caso de conexiones de internet fijo al 2021, es de 32.4 conexiones por cada 100 hogares, mientras que en el 2020 era de 29.4.
Sin duda, pese a todos los problemas que se vienen presentando y que hemos destacado previamente, el sector ha seguido creciendo y debemos tratar que esa tendencia continue así o, mejor aún, darle un mayor impulso.
¿Cuál es el balance de las principales telecom en los últimos años?
El balance, en general, resulta siendo positivo. Ello principalmente porque la competencia entre operadores en el mercado móvil es cada vez más fuertes, lo cual se refleja en mejor calidad y menores precios de los servicios.
En términos estadísticos, mientras que en el 2015 la diferencia entre el operador dominante y el segundo era de aproximadamente 15% del mercado, y el tercer y cuarto no llegaban al 10%; al 2021 el primer y segundo operador prácticamente están empatados, mientras los demás ya superan el 10%. Ello es la muestra que estamos teniendo una competencia claramente más equilibrada por atraer usuarios y donde los beneficiados somos todos.
¿Cómo se compara el desempeño en el Perú frente a los pares -mismas filiales o competidores- de la región?
La situación en cada mercado es distinta aunque, según algunos estudios, somos el tercer mercado móvil más competitivo en esta parte de la región, solamente superado por Chile y Brasil. En el Perú, considero que una de las razones es debido a la implementación desde hace algunos años de la portabilidad numérica, que facilita a los usuarios migrar de un operador otro.
La cobertura ofrecida se recuperó luego de haberse contraído en años previos, ¿a qué se debe?
Según los reportes de Osiptel, el 2021 representó una clara recuperación del mercado móvil, culminando con 43.1 millones de lineas activas; lo que representa un 9.6% más respecto al 2020, representando una recuperación en relación a los años anteriores en que se apreció un leve retroceso.
Esta recuperación en el último año sin duda se ha debido a la situación de pandemia que aún estamos viviendo, lo cual exigía claramente una mayor conectividad, y a otras actividades como el teletrabajo y a las clases virtuales que se implementaron en este último periodo.
¿Qué toca solucionar y/o corregir para que las empresas del sector amplíen sus economías de escala? ¿Es algo interno o externo?
En el lado interno, uno de los elementos claves en que pueden apoyarse las empresas telecom es en la compartición de infraestructura, lo cual evita la duplicidad de infraestructura y hace un uso más eficiente de las redes existentes. Esto ya hemos visto que viene desarrollándose en mayor grado en los últimos años y por el surgimiento de terceros actores dedicados exclusivamente al desarrollo de la infraestructura, que permiten a todos los operadores instalar sus equipos en una antena en una determinada localidad.
En el lado externo considero que son urgentes las políticas de promoción de expansión de infraestructura, como la que se requiere para ampliar los beneficios de la Ley Nº29022, que vencen en mayo de este año y además crear mayores incentivos para el despliegue de redes móviles y fibra óptica en todo el país, tarea en la cual están involucrados principalmente el gobierno central, gobiernos locales y el regulador.
Recientemente se produjo el incremento de la velocidad mínima garantizada de internet (70% en conexiones de banda ancha). ¿Cuál creen que será el impacto de la norma en las operadoras? ¿Por qué?
Sobre este tema el mismo regulador se ha pronunciado en el sentido que la norma dada por el anterior Congreso resulta siendo contraproducente, pues implica el gran riesgo del retiro de algunas operadoras de localidades “poco rentables” o donde cumplir con la exigencia del 70% resulta imposible sin realizar altas inversiones, para focalizarse principalmente en zonas urbanas.
Estas consecuencias no se aprecian de inmediato, pero sin duda con el tiempo y con los datos que vaya obteniendo del regulador, seguramente veremos un mayor esfuerzo de las empresas por centrarse en zonas de alto consumo, dejando de lado a las zonas rurales o postergando los planes de expansión en estas últimas que, obviamente, resultan siendo menos rentables y tendrían mayores costos.
¿Te parece correcto dicho incremento de cara a intentar garantizar un buen servicio? ¿Por qué si o por qué no?
La medida de elevar la velocidad mínima garantizada de internet de 40 a 70% no responde a ningún criterio técnico para lograr la mejora del servicio, solo se basa en la idea errada que con normas de ese tipo vamos a soluciones todos los problemas de calidad del servicio. La única alternativa para solucionar los problemas que tenemos de calidad y cobertura es fortalecer la competencia como ha venido sucediendo en los últimos años.
Por otro lado, pese a que el OSIPTEL había opinado el contra de la propuesta legislativa, justificando su posición en el sentido que terminaría afectando a los usuarios en general, el Congreso anterior terminó aprobándola. Esta situación también daña la institucionalidad y afecta la autonomía del regulador.
¿Cuál sería el impacto en los consumidores? ¿Creen que habrán incrementos en la demanda?
Sin duda el impacto será distinto en las zonas urbanas y rurales. En las grandes ciudades no veríamos el efecto perjudicial de la norma en el corto plazo, y posiblemente el consumo siga creciendo por el teletrabajo y las clases virtuales que aún continúan; sin embargo, en las zonas rurales, si se apreciará con seguridad la escasa o nula atención de más localidades que requieren con urgencia de conectividad al internet.
¿Qué leyes o proyectos tienes bajo el radar y que podrían impactar al sector? ¿Por qué?
Se ha visto mucho interés de parte del Congreso en proyectos relacionados al sector de telecomunicaciones y a las TICS, pero el problema es que ninguno tiene efectos positivos. Por ejemplo, el reconocimiento de beneficios laborales para trabajadores que utilizan las plataformas digitales, demuestra que los que proponen estas normas desconocen el sector y, que en vez de promover el desarrollo de estas actividades, terminan perjudicándolas.
Asimismo, se tiene el Proyecto de Ley Nº 878-2021-CR, Ley General de Internet, que, desde el punto de vista de la necesidad, no se aprecia ninguna utilidad en el ámbito regulatorio; y su contribución al sector, puedo decir que es nula por tener diferentes vacíos e inconsistencias, por lo que simplemente debería ser archivado.
Por último, para citar otro ejemplo reciente, se tiene el reciente proyecto de ley Nº 1627-2021-CR que propone modificar la figura de los contratos-ley prevista en el Art. 62 de la Constitución. Este tipo de iniciativas no solo afectan la estabilidad del sector sino, además, las futuras inversiones que el país tanto necesita.
¿Cuáles son los riesgos y oportunidades este 2022?
Por el lado de los riesgo, considero que la incertidumbre politica, al cambio constante de autoridades definitivamente están afectando al sector y a todo el país, no solamente para las empresas que ya vienen operando, sino para las nuevas inversiones que se han visto detenidas hasta que el país se estabilice o se establezcan las politicas adecuadas. Ello, a pesar de las grandes oportunidades que tenemos y las grandes tareas que hay pendientes como las que he mencionado de implementar tecnologías como la 5G, que vienen acompañadas del desarrollo de la inteligencia artificial, el internet de las cosas, la telemedicina, los programas de teleducación, el desarrollo de nuevos negocios apoyados en las redes OTT, y, por supuesto, el desarrollo de las smart cities en todo el país.