Martes 26 de noviembre del 2024
Los costos de transporte han mostrado una tendencia al alza este año según un reporte elaborado por Scotiabank. A noviembre, el índice de fletes marítimos de Drewry —la cual mide las tarifas de fletes en ocho rutas principales hacia y desde Estados Unidos, Asia y Europa— llegó a US$ 3.413 por contenedor, un aumento de 147% en comparación con el año pasado y 10% más que el de octubre.
Según el banco, factores climáticos como el menor nivel de agua en el canal de Panamá tuvieron repercusiones en el alza del flete. Sin embargo, la situación del canal se ha ido normalizando en los últimos meses, lo que ha permitido el transito normal de los buques y navíos que cruzan el canal a diario.
La complicada situación geopolítica también explica el mayor costo de los fletes, sobre todo por la situación del Mar Rojo. Actualmente, los ataques de las fuerzas Houthi en el mar rojo se han intensificado en señal de apoyo a Palestina en la guerra entre Israel y Hamas. La situación ha causado una mayor congestión en los puertos de Asia y Europa.
Por otro lado, las huelas de estibadores en Estados Unidos y Canadá también generaron repercusiones sobre la cadena de suministro. Según el reporte, la huelga generó fuertes congestiones en los puertos de ambos países, además de generar pérdidas diarias de aproximadamente US$ 4,000 millones para el caso de Estados Unidos.
Para el próximo año, empresas como Hapag-Lloyd y Maersk mantienen expectativas positivas para el mercado de transporte marítimo, el cual se vería impulsado principalmente por el aumento de los volúmenes de embarque de contendores, los cuales han crecido 6.3% a nivel global en lo que va del año; su mayor aumento desde el 2021.
Sin embargo, hay algunos factores que amenazan el desempeño del mercado para el próximo año. La continuidad de la guerra podría mantener fletes altos, mientras que la promesa de incrementar aranceles por parte del gobierno de Trump también afectaría el desempeño del comercio. Por último, la reanudación de la huelga de estibadores en Estados Unidos —la cual está en pausa hasta el 15 de enero— también generaría disrupciones en la cadena de suministro.