Miércoles 11 de junio del 2025
La inflación de Estados Unidos subió menos de lo esperado en mayo, mes en el que el efecto de los aranceles aplicados en abril se empezó a consolidar. Según la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS, por sus siglas en inglés), el Índice de Precios al Consumidor (IPC) incrementó 0.1% en mayo, lo que llevó a que la inflación anual subiera a 2.4%, por debajo de las expectativas de 2.5%.
El aumento se dio por los mayores precios de los alimentos —tanto los consumidos en casa como los fuera de casa—, los cuales incrementaron 0.3% en el quinto de mes mayo. Por otro lado, el precio de otros ítems importantes como energía registraron caídas en el mismo periodo.
La inflación subyacente —la cual excluye los índices de alimentos y energía por su alta volatilidad— también aumentó 0.1% y llegó a una tasa anual de 2.8%. Según Bloomberg, el hecho que la inflación subyacente no haya incrementado sugiere que los mayores costos arancelarios aún no se han trasladado a los consumidores.
Tras el resultado, las posibilidades de que la Reserva Federal de Estados Unidos realice un recorte en su próxima reunión en septiembre, la cual por ahora tiene un 75% de probabilidades según los inversionistas. Tras el resultado, el presidente Donald Trump pidió una reducción de tasas tras los «hermosos» resultados de la inflación de mayo.