Martes 23 de septiembre del 2025
La semana pasada se aprobó el octavo retiro de AFP de manera acelerada, luego de que tanto el Gobierno como el Congreso se pusieran de acuerdo sobre la necesidad de aprobar esta ley. Con la aprobación, los afiliados podrán retirar hasta S/21,400 (4 UIT) en cuatro armadas mensuales. La nueva ley también incluyó cambios en la Ley de Modernización del Sistema Previsional Peruano como la exoneración del aporte obligatorio para trabajadores independientes, entre otras medidas.
El inicio de las solicitudes de retiro estaría empezando duranta la primera semana de octubre según estimaciones de Scotiabank. Basándose en la información de los retiros anteriores, el Banco halla cuatro formas genéricas en las que se ha utilizado dinero solicitado: reducción de la deuda bancaria, complementar el consumo, incrementar ahorros e inversión, o realizar el pago inicial de una vivienda.
Según Scotiabank, casi dos tercios de los retiros tienen como destino las cuentas bancarias para ahorro en los primeros cuatro meses mientras que solo el 8% lo utilizaría para el pago de deudas. Entre las opciones menos frecuentes destacan mantener el dinero en la AFP, así como realizar el pago inicial de un activo.
Entre tanto, 23% de los fondos retirados estarían dedicados a un aumento del consumo. Si bien es complicado medir el impacto final de este mayor consumo, Scotiabank afirma que el consumo se ha visto beneficiado por estos retiros. En ese sentido, si se limita a que solo el 20% de los recursos ocasionados por los retiros se dedican al consumo, éste aumentaría 0.8 puntos porcentuales lo que generaría un aumento de 0.5 puntos sobre el PBI. Este impacto se vería reflejado sobre todo en el próximo año, dado el momento en el que se está aprobando la nueva ley.
Por otro lado, el retiro actual generaría una salida de S/27,000 millones del sistema de pensiones, lo que llevaría a que el total del patrimonio administrado llegue a los S/95,000 millones; cifra considerablemente más baja que los S/230,000 millones que habría en caso no se hubiera realizado ningún retiro. Así, a futuro, los contribuyentes harán sus retiros de un fondo que es un 60% más bajo en caso no hubiera habido retiros.
Con los niveles actuales, el patrimonio administrado tardaría aproximadamente un año y medio en regresar al nivel registrado antes del octavo retiro y más o menos cuatro años y medio en retornar al nivel antes del primer retiro del 2020. En términos per cápita, las pensiones tardarían más tiempo en volver a los niveles anteriores.