Daniel Linares, socio fundador de Linares Abogados, comenta la experiencia del teletrabajo dentro del estudio y la reciente asociación con un fondo de inversión para el financiamiento de litigio arbitral
Ya hay señales de recuperación económica a nivel general. ¿Cómo se refleja en su empresa? ¿Qué ha observado en estos últimos meses?
Los primeros días del Estado de Emergencia fueron muy duros, nos sirvieron para entender el problema al que nos enfrentamos y diseñar una estrategia para afrontarlo, la que fue modificándose conforme iban cambiando los escenarios. Al inicio, el impacto sobre nuestras ventas fue severo, dado que muchos de nuestros clientes se vieron seriamente afectados. Nuestra ventaja fue contar con una empresa ordenada y que, hacía ya tiempo atrás, empezó nuestra apuesta por la digitalización y almacenamiento de información en la nube; razones por las que nuestra adaptación al trabajo online ha sido rápida. Si bien este año vamos a tener una venta menor al 2019, en los últimos tres meses nos hemos acercado a nuestro promedio de ventas previo a la pandemia; y esperamos superarlo los primeros meses del 2021.
Daniel Linares, socio fundador de Linares Abogados.
¿El home office fue una alternativa viable en su empresa? ¿Cómo cambiará esto de cara al 2021?
La experiencia con el home office ha sido muy positiva. Nuestros abogados, personal de administración y finanzas, así como nuestra gerencia, están 100% en esta modalidad; sólo tienen que asistir a la oficina cuando las circunstancias lo requieran. Yo me he hecho la rutina de ir todos los lunes a fin de mantener contacto con el personal que está asistiendo, que es básicamente el encargado de mantenimiento, secretaria y la encargada de archivo; así como de programar para ese día las reuniones que necesariamente deben llevarse a cabo en forma física con los protocolos de bioseguridad correspondientes.
Nuestra intención es alternar en el futuro la asistencia física con el home office y destinar gran parte del presupuesto que tenemos para infraestructura física, adquisición de tecnología y desarrollo de nuestros propios ambientes digitales.
¿Ha habido grandes cambios dentro de la empresa en esta etapa de “reactivación”?
De hecho han habido grandes cambios. El home office como práctica regular ha sido uno, y hemos dedicado personal y recursos al desarrollo de nuestra imagen digital. Si bien siempre ha sido un tema de nuestro interés –a consecuencia de la pandemia le dimos prioridad– nos hemos asociado con un fondo de inversión para el financiamiento de litigio arbitral creando el producto “Arbitraje Postpago”. Esto último, además de captar arbitrajes a nivel local, nos ha permitido cruzar las fronteras a fin de prestar servicios en cortes arbitrales del Ecuador.