Lunes 27 de mayo del 2024
Al 2022, en el Perú se generan aproximadamente 8.5 millones de toneladas de residuos solidos al año, de los cuales 6.6 millones poseen potencial de valoración según el Ministerio del Ambiente (Minam). Pese a ello, solo el 2.6% de estos desperdicios son reciclados, lo que no solo representa un desafío ambiental, sino también una oportunidad estratégica para las empresas.
De acuerdo con el estudio «Día de la Tierra 2024, elaborado por Ipsos Global Advisor en 33 países, el 71% de los encuestados cree que si las empresas no toman medidas con el contra el cambio climático, estarían fallando a sus empleados y clientes. Por otro lado, el 41% de los participantes considera trascendental al reciclaje en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.
La alta generación y la mala gestión de los residuos alrededor del mundo son la causa principal de la contaminación, lo que afecta al planeta y a la calidad de vida de las personas, así como a las propias empresas. Y es que, sin un ecosistema sano, no habrá negocio que pueda prosperar ni sostenerse en el tiempo. ¿Cómo podemos generar un cambio desde nuestro frente? Aquí es donde entra en juego la gestión de los residuos.
Ante este contexto, las empresas en el Perú vienen trabajando en programas de reciclaje, que al abordarse de manera integral y de la mano de su línea de negocio, fortalecen su estrategia empresarial. Algunos de estos proyectos van desde activaciones dentro de sus organizaciones y la sensibilización de sus socios estratégicos, proveedores, y toda su cadena de valor; hasta la construcción de plantas de reciclaje o centros de valorización para reaprovechar los residuos, adaptando sus negocios a las necesidades de las futuras generaciones.
Por ejemplo, hace 14 años, Claro lanzó el programa «Yo reciclo, yo soy Claro» con el objetivo de fomentar entre sus grupos de interés una cultura de segregación y reciclaje de Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEE). Gracias a este programa y a otras acciones de sensibilización, hasta la fecha, la compañía ha acopiado y tratado de manera correcta más de 2,000 toneladas de RAEE en todo el Perú.
Elisa Munares, Directora de Planeamiento Estratégico de Claro
En ese sentido, al integrar prácticas de gestión de residuos en la estrategia empresarial, no solo se cumple con nuestra la responsabilidad ambiental, sino que también se están generando beneficios tangibles para el negocio. A continuación algunos beneficios.
- Ambientales: el reciclaje reduce la necesidad de extraer y procesar nuevas materias primas, lo que disminuye las emisiones de CO2 relacionados a estos procesos y a su vez la huella de carbono de la organización. Al adoptar un enfoque de diseño centrado en la circularidad, las empresas pueden crear productos o procesos que generen menos residuos, sean más eficientes en el uso de recursos y tengan un menor impacto ambiental a lo largo de su ciclo de vida.
- Reducción de costos operativos: la reducción de gastos en energía impacta directamente en la disminución de costos de las organizaciones. Implementar un programa de reciclaje efectivo permite recuperar materiales, lo que puede traducirse en ahorros en costos de materias primas y eliminación de residuos.
- Acceso a financiamiento: actualmente, son diversas las entidades, como la Corporación Financiera Internacional (IFC por sus siglas en inglés), que otorgan crédito verde o préstamos a empresas que cumplen con estándares internacionales ambientales, sociales y de gobierno corporativo. Políticas como el reciclaje son una vía para obtener recursos adicionales para la mejora de las operaciones.
- Cumplimiento de regulaciones ambientales: una gestión de residuos adecuada apoya a cumplir con las leyes y regulaciones ambientales, lo que reduce el riesgo de sanciones y multas. En el Perú, por ejemplo, se tiene la Ley N° 27314, Ley General de Residuos Sólidos o el Decreto Supremo N° 009-2019-MINAM, el Régimen Especial de Gestión y Manejo de Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos.
- Articulación con proveedores y socios: al trabajar con proveedores que comparten valores de sostenibilidad y promueven prácticas responsables, se puede maximizar el impacto positivo de las operaciones y avanzar hacia un modelo de negocio más sostenible y ético.
El Día Mundial del Reciclaje es una oportunidad para reflexionar, como sociedad, sobre el compromiso con la sostenibilidad y explorar nuevas formas de integrar el reciclaje. En ese sentido, es esencial que el sector corporativo reconozca la importancia de incluir la gestión de residuos en la cadena de valor de la empresa, y articule con el gobierno y la sociedad civil, para un abordaje integral que contribuya a asegurar el futuro de las siguientes generaciones.