El próximo 6 de octubre, el Comité de Educación de AmCham Perú realizará su primer evento hibrido del año. El evento, ‘Innovación en la Educación’, contará con la participación de ejecutivos de instituciones educativas como la Universidad de Lima o la Universidad del Pacífico así como de empresas como el Grupo Intercorp o Korn Ferry. El evento también tendrá panelistas de instituciones públicas como el Ministerio de Educación.
De cara al evento, la Cámara aprovechó para conversar con José Olaechea, gerente comercial B2B en Telefónica del Perú y miembro del Comité. A continuación, la entrevista.
El impacto de la pandemia y la cuarentena obligatoria aceleró la transformación digital en diversos sectores, ¿cómo se ha dado este fenómeno en el sector educativo?
El día que se decretó la inamovilidad, no se sabía que hacer con respecto a la continuidad académica, sector donde los planes de transformación digital eran a largo plazo y pensados para ser aplicados de manera paulatina en los próximos 3 o 5 años. Finalmente, la decisión de muchos centros de estudio fue la de transformar la educación presencial a virtual en tiempo récord. Esto, no solo evidenció la capacidad profesional del personal de centros de estudios para implementar la transformación digital, sino que también mostró la potencia de la tecnología; que si se utiliza de la manera adecuada puede dar grandes resultados.
Por ello, la respuesta es que [la pandemia] sí aceleró la transformación digital. Lo podemos ver en el incremento de presupuestos del sector público y privado destinados para ese fin. Por ejemplo, un artículo de Andina indicó que las empresas peruanas elevaron en 30% la inversión para la digitalización en el 2021.
¿En qué contexto se encontraba el país durante la transformación?
Claramente podemos identificar brechas de infraestructura que seguimos teniendo pese a los avances realizados. Por ejemplo, no podemos dejar de citar el contexto del acceso a internet en nuestro país, ya que es la base fundamental para incorporar más tecnologías. Según la encuesta nacional de hogares de INEI (ENAHO), en el 2020; el 83.4% de la población de Lima Metropolitana contaba con acceso a internet mientras que la cifra llegaba solo a 73.8% para el resto urbano y 41.7% para zonas rurales.
¿La transformación puede implicar nuevas oportunidades?
El sector educativo tiene que enfocarse al máximo en el desafío de la revolución digital, que abre oportunidades que se pueden aprovechar tanto para el sector público como para el privado. En la medida que se definan lineamientos claros y se concreten acciones conjuntas —entre el público y privado— y eficientes, se pueden generar impactos positivos para nuestro país.
Por otro lado, no es novedad que la pandemia nos ha mostrado un lado cruel y triste, pero también deja grandes oportunidades apoyadas en modelos soportados por tecnologías más disruptivas como la teleducación, el contenido digital, la inteligencia artificial, entre otros.
¿Cómo impactó la pandemia en la asistencia educativa?
Hoy existe un 36% de la población que no tiene acceso a internet y que esta excluida a la posibilidad de acceder a servicios como atención sanitaria o la descarga de contenidos educativos. En el mundo, según la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), durante el 2020; uno de cada cinco estudiantes no recibió clases por el cierre de las instituciones educativas, esto implica que 363 millones de alumnos a nivel mundial no pudieron asistir al colegio o la universidad. En Perú, el Minedu estimó que en el 2020, unos 300,000 escolares —lo que equivale a 15% de la matricula nacional— dejaron los estudios. A nivel universitario, más de 174,000 jóvenes abandonaron las clases y dejaron de asistir a la universidad lo que dejó una tasa de deserción universitaria de 18.6%, seis puntos porcentuales más que el 2019.
¿Qué retos hay en el sector público?
A diferencia de la educación privada, el sector público sigue presentado brechas importantes para cubrir. Según la ENAHO 2018, en la última prueba PISA, Perú ocupó el puesto 64 de 77 países, lo que nos confirma que la brecha es enorme. Por ejemplo, tanto la infraestructura digital como la física hoy son insuficientes. Según Escale Minedu, al 2016, Perú tenía 8 alumnos por computadora en primaria y solo 6 en secundaria.
¿Y en el sector privado?
Si bien el sector privado tiene mejor perspectiva con respecto a la oferta, éste [al igual que el sector público] también ha sido impactado por aspectos emocionales en el alumnado durante el confinamiento. Según una publicación de la PUCP, en la que realizó una encuesta a más de 7,700 alumnos del consorcio de universidades; se puede resaltar que las perdidas familiares y económicas, así como el contagio, llevaron a que el 32% de los alumnos reportará una sintomatología severa de estrés mientras que para aspectos como la ansiedad o depresión, la cifra llega al 39%. Esta mirada también debe formar parte de la estrategia a seguir en la continuidad educativa.
¿Qué tan desafiante es el desarrollo de la transformación digital en la educación pública?
El desafío es enorme. Como comenté antes, es importante tomar en cuenta el acceso a internet en las zonas rurales. Nosotros tenemos iniciativas importantes como Internet para todos, que ha facilitado el acceso a internet a más de 2.4 millones de peruanos. El reto también esta en llevar servicios educativos, de salud, entre otros. En el 2020, desde Movistar Empresas llevamos internet móvil a más de 41,000 estudiantes universitarios. Otro ejemplo es el proyecto Aula Digital de Fundación Telefónica, que ha beneficiado a más de 800,000 estudiantes y más de 39,000 docentes, quienes han sido capacitados en el uso de las tecnologías de información y comunicación en el aula, en 21 regiones del país.
Con una mayor conectividad, el camino queda listo para poder aprovechar la tecnología y que ésta nos ayude a lograr la tan ansiada democratización en la educación. Sin embargo, hay otros factores clave que se tienen que tomar en cuenta como la alfabetización digital, las habilidades digitales de las personas, la ciberseguridad y la confianza en todo lo digital; aspectos que tanto el Estado como la empresa privada deben seguir trabajando.
¿Qué herramientas o servicios digitales adoptados en pandemia han llegado para quedarse?
Se potenció el uso de herramientas que ya estaban disponibles —y que se utilizaban de manera incipiente antes de la pandemia— como plataformas LMS [learning management system], cámaras integradas, software y contenido educativo, aplicativos móviles para educación además de una mayor demanda para aumentar la capacidad de almacenamiento de información y ancho de banda. La habilitación de aulas híbridas, comunicaciones integradas así como la implementación de soluciones de seguridad informática también han incrementado en los últimos años.