6 de Agosto del 2020
Carlos Travezaño, gerente general de Siemens Perú, comenta los buenos resultados del trabajo desde casa y cómo fomentar una cultura organizacional responsable.
¿Que no volverá a ser igual en el ámbito laboral y por qué?
Si a algo nos enfrentó esta pandemia fue a demostrar nuestra capacidad de adaptabilidad. Hoy, muchas compañías adoptamos un modelo de trabajo remoto y encontramos que nuestros colaboradores pueden ser igual o aún más productivos trabajando desde casaal darles la oportunidad de ser más efectivos en el manejo de su tiempo, disminuyendo los tiempos de movilización, inconvenientes y riesgos en el tráfico. Un incrementoen la flexibilidad ha permitido gestionar un cambio rápido entre el mundo laboral y personal, donde los colaboradores tienen el control sobre sus horarios y gestionan sus tiempos.
Las oficinas ya no serán señal de solidez de una empresa, sino que se convierten en un activo más utilitario. Muchas empresas han devuelto pisos de alquiler como confirmación de que pueden dirigir a sus equipos de forma remota. Las personas estamos cada vez más dispuestas a tener una videollamada con el fin de hacer esta interacción lo más real posible: l logrando consensuar decisiones con clientes, sostener negociaciones claves y cerrar contratos; actividades hasta hace muy poco reservadas para ser realizadas de forma presencial. Todo este aprendizaje ha permitido modificar y acortar procesos burocráticos y permitirán también reducir los desplazamientos por trabajo, incluyendo los viajes de negocio.
Por otro lado, el grado de compromiso medido por las horas de trabajo en la oficina será parte del pasado. Hoy prevalecerán las organizaciones horizontales, con un estilo de liderazgo basado en la confianza, el empoderamiento de los equipos de trabajo, la comunicación y predominará la orientación 100% a resultados.
¿Qué acciones se están tomando para reinventarse?
En Siemens, por ejemplo, nuestra casa matriz ha decidido a nivel global apostar por el trabajo remoto de dos a tres días por semana como parte de un estándar post pandemia. Nuestra experiencia ha sido sumamente positiva y esta coyuntura ha dejado entrever múltiples ventajas del trabajo a distancia donde tenemos a nuestros equipos más comunicados y sincronizados que nunca. Asimismo, el layout de las oficinas está pasando por un proceso de transformación, donde se potencializarán los espacios de coworking y reuniones, lo que generará y habrá una reducción significativa de los espacios individuales.
Nosotros, como un referente tecnológicoen este contexto de pandemia, contamos, por ejemplo, con productos como Comfy y Enlighted, que buscan asegurar un espacio de trabajo seguro y enriquecer la experiencia del usuario mediante la reserva de puestos de trabajo y salas de reuniones a través de aplicaciones digitales. Es un portafolio apalancado en los beneficios de IoT para volver los edificios inteligentes y que permitan que permitirán analizar y tomar decisiones en tiempo real sobre lo que sucede en términos de ocupación y ubicación de las personas. Asimismo, potenciamos el concepto touchless para abrir puertas y ascensores. La innovación, digitalización e inversión en tecnología han tomado un rol principal para asegurar la continuidad de las operaciones; y esta transformación seguirá desarrollándose de manera continua junto con la implementación de metodologías ágiles.
¿Cómo fomentar una cultura organizacional que ponga la salud de los trabajadores como su primer pilar?
La seguridad y salud en el trabajo son requisitos fundamentales y básicos para lograr un adecuado desempeño a todo nivel de la compañía. Lograr una cultura organizacional que priorice estos elementos por sobre cualquier resultado no se logra de la noche a la mañana, aún en un contexto como el actual. En Siemens, en los sectores donde operamos, realizamos actividades con riesgo asociado como trabajo en altura, riesgo eléctrico, espacios confinados, entre otras; en consecuencia, la seguridad ha sido siempre nuestra prioridad.
Para lograr este cambio es indispensable involucrar directamente al Top Management de la organización, desde el CEO y los Gerentes de primera línea hasta toda la cadena de gerencia media y supervisión. La única manera de acuñar esta cultura en el ADN de los colaboradores es participando activamente en el diseño, planificación e implementación de los programas de prevención; explicando los beneficios para la sostenibilidad e incremento de valor de la empresa; premiando las buenas prácticas e identificando rigurosamente las oportunidades de mejora vía la supervisión de actividades más relevantes evaluadas por criticidad y recurrencia.
Ante esta situación de emergencia, nuestro Comité de Crisis está jugando un rol predominante. La labor de este Comité es acelerar la incorporación de las medidas de Prevención y Protocolos de Seguridad relacionados al COVID a nuestro Plan de Seguridad, Salud y Medio Ambiente ya existente. Dado que esta pandemia ha ocurrido de forma repentina, con nuevos hallazgos y medidas que han evolucionado semana a semana, el instalar un Comité de Crisis de forma permanente nos permite sigue velar por la salud de nuestros colaboradores y garantizar que nuestras operaciones sean seguras mientras nos adaptamos a la nueva normalidad. Hoy, no solo se debe priorizar la salud física, sino también la salud mental. Entre las distintas iniciativas que estamos desarrollando, promovemos el bloqueo de calendarios en las horas de almuerzo y/o actividades personales; aseguramos que cada colaborador cuente con las herramientas necesarias para acondicionar su puesto de trabajo en casa y que estas cumplan las reglas básicas de ergonomía, realizamos un plan comunicacional virtual que incluye mailings, capacitaciones y webinars relacionados al tema de la salud.
La base de la cultura son las personas y el éxito de construir una cultura organizacional es una tarea conjunta. El feedback constante es clave para lograr instaurarla con éxito. Motivar el diálogo es crucial para saber cómo se sienten nuestros colaboradores, reforzar lo que estamos haciendo bien e identificar espacios de mejora. Finalmente, no debemos olvidarnos de que las personas son el activo fijo más valioso en toda organización.