(En síntesis): El saldo comercial a abril no está a nuestro favor. Son pocos los rubros que no presentaron caídas. La recuperación dependerá, tanto de las flexibilidades económicas como de la recuperación de nuestros principales socios.
Artículo realizado el 25 de junio del 2020
Las exportaciones peruanas cayeron 49% en abril en comparación al mismo mes del año pasado –de US$3,430 millones a US$1,736 millones–. La caída, al igual que la del PBI, ha sido una de las más altas en los últimos años y se explica tanto por la crisis del COVID-19, como por la menor demanda de países que enfrentan la pandemia, de acuerdo con el último reporte del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI). La caída fue mayor en las exportaciones tradicionales (-50.1%), pero las no tradicionales esta vez no se quedaron atrás (-47.3%).
En lo que corresponde al sector tradicional, casi todos los principales productos registraron caídas mensuales y vienen acumulado una caída generalizada. A nivel mensual, todos los productos –cobre, oro, gas, plomo, zinc, plomo, harina de pescado, café, estaño, entre otros–registraron caídas por encima del 20%. Solo las exportaciones de gas natural tuvieron una leve subida de 9% en abril.
A nivel acumulado, el zinc (+6.9%), plomo (+0.5%) y hierro (+14.5%) se han mantenido en terreno positivo. Dado que el cobre es nuestro principal producto y China nuestro principal comprador, las exportaciones tradicionales hacia dicho país cayeron 51% en el mes. Por otro lado, fueron tres países a los que nuestras exportaciones tradicionales crecieron de manera significativa: Estados Unidos (+42.5%), Canadá (+17.2%) y España (+13.7%).
En el sector no tradicional, el agro se mantiene como uno de los más resilientes: las exportaciones de paltas, mangos y mandarinas registran crecimientos de doble dígito, entre enero y abril. Uno de los más golpeados es el sector textil y el pesquero: casi todos los productos registraron caídas que promedian -60% a nivel mensual y -30% a nivel acumulado. La paralización general por el COVID-19 no ha permitido que ninguna actividad comercial se desarrolle en condiciones óptimas
Los socios comerciales: ¿protagonismo durante momentos críticos?
Si bien la situación no ha sido favorable en términos agregados –las exportaciones hacia nuestros socios comerciales han caído de manera abrupta en general–, existen países que han crecido en valor y volumen en medio de la pandemia. Tal es el caso de Estados Unidos, cuyas exportaciones tradicionales han crecido 5.4% entre enero y abril. Corea de Sur, si bien cayó en el último mes, viene acumulando un crecimiento de 39% en valor en los primeros cuatro meses del año. Chile es otro país que vale la pena destacar: las exportaciones tradicionales crecieron 18% en abril y 53.4% entre enero y abril. La situación es similar con México: acumulado de 137% en los primeros meses y ganando protagonismo dentro de nuestros socios comerciales.
La situación no se replica con los productos no tradicionales. Todos nuestros socios comerciales registraron caídas en abril –entre -20% y -65%– y solo Países Bajos y España mantienen tasas de crecimiento acumulado.
¿Y las compras de afuera? ¿Cómo queda la balanza?
La caída en importaciones no fue tan drástica como en las exportaciones, pero sigue siendo una disminución elevada. Las importaciones peruanas cayeron 26.3% en abril, pasando de US$3,092 millones a US$2,278 millones. Las categorías mas golpeadas fueron los bienes de consumo duraderos (-59.6%), combustibles y lubricantes (-43.9%) y los equipos de transporte (-60%).
En medio de la incertidumbre, EE.UU. y China se siguieron manteniendo como los principales países proveedores. EE.UU., de hecho, no registró ninguna disminución de ventas hacia el Perú en plena pandemia (+0.04%). China, por su parte, cayó 18.9%.
Hoy la balanza comercial registra un déficit real de US$542 millones. Como se señaló previamente, el agro se ha mostrado un poco más resiliente y, junto con la categoría de suministros industriales, ha registrado un superávit: saldo comercial positivo de US$60 millones para alimentos y bebidas, y US$489 millones para suministros.
El comercio internacional está muy golpeado y su recuperación será escalonada. La prioridad de las economías es reactivar poco a poco la demanda interna; y el rol del comercio internacional es muy importante para garantizar una amplia oferta de servicios y no perder oportunidades de negocios en países y regiones que ya se están recuperando. La reactivación de los sectores directamente vinculados al rubro, que cuenten con flexibilidades para operar, sin nunca descuidar la salud, es clave para contribuir con este objetivo.