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La mujer y su rol en el empresariado

Fecha: 13 de noviembre de 2019

Cada vez hay más evidencia de lo importante que es contar con políticas de género y los resultados que se están obteniendo. De acuerdo con un reciente estudio, el 90% de los colaboradores se encuentran satisfechos si es que en su empresa existen políticas de equidad de género y los líderes están activamente involucrados con promoverlo. Por otro lado, el 49% reconoce que su productividad mejoró cuando se implementaron medidas favorables a favor de la igualdad.

En ese sentido, mientras más diversidad haya en el ambiente, tanto en las oficinas como en los directorios, se tendrá una visión más holística de cómo hacer las cosas y permitirá ser más disruptivos. Los grandes cambios no solo vienen por la innovación tecnológica, vienen también por los grupos de trabajo que conforman una empresa.

El estudio también señaló que más del 40% de los encuestados considera que los gerentes generales o presidentes son los principales responsables de impulsar las políticas inclusivas. Para que estas políticas se incorporen, se requiere de gerentes que crean firmemente en los beneficios e importante de un ambiente equitativo y más productivo para todos.

Además, el liderazgo por parte de las mujeres debe ser visto como una forma de impulsar el potencial de las personas, equipos y empresas; no como un anhelo principista que lleve a cumplir cuotas como una formalidad.

No miremos estos cambios como el ‘nuevo’ estándar; mirémoslo como una chance de seguir aprendiendo y crear ambientes de trabajo más saludables. Si queremos un Perú con más mujeres en gerencias y directorios, así como con más ejecutivas y operarias, debemos empezar por propiciar que sea viable que todos puedan trabajar en forma natural dentro de la empresa, que se les otorguen los mismos beneficios y que puedan hacer línea de carrera dentro de una empresa, sin ningún problema.

Aún hay mucho por hacer, pero empecemos a cambiar la cultura organizacional hacia una más flexible, atenta y, sobre todo, preocupada por sus trabajadores. La gerencia y altos mandos deben reflexionar sobre el ambiente laboral en cada una de sus empresas, si están abiertos a nuevas propuestas y si, alguna vez, rechazaron propuestas interesantes por estas ‘barreras mentales’ creadas hacia la mujer.

Es tarea de la sociedad en su conjunto, de la empresa, del sector público y de la Academia garantizar igualdad de oportunidades para que todos sean valorados de la misma forma y no tengan miedo de apuntar a más dentro del lugar donde se desempeñan como profesionales. Todos estamos en la misma capacidad de aportar a un debate, directorio u organismo. Lo que siempre deberá primar es la experiencia, trayectoria y disponibilidad.