Mujeres en el sector minero: tareas pendientes
Fecha: 16 de marzo de 2020
La minería es una de las principales actividades económicas del Perú, tanto en generación de ingresos como de empleo. A diciembre del 2019, se generó un total 204,989 puestos de trabajo, se acumularon US$6,157 millones en inversiones, y las transferencias a regiones —Canon Minero, regalías mineras, derechos de vigencia, entre otros— ascendieron a US$4,644 millones, de acuerdo con el Boletín Estadístico Minero del Minem. La penúltima edición de esta publicación presenta, además de las estadísticas tradicionales, el primer Informe del Empleo Minero.
El informe es una buena aproximación laboral de la situación minería, tanto en términos de composición demográfica como de cuota de género. Asimismo, ayuda a desmitificar ciertas creencias de cómo se desarrolla esta actividad y quiénes son los que la componen. Es importante recordar que, de acuerdo con el Instituto Peruano de Economía, por cada empleo directo generado por la minería, se generan 6.25 puestos en el resto de la economía —1 indirecto, 3.25 por el efecto inducido en el consumo y 2 por el efecto en la inversión—.
Desde AmCham Perú resaltamos los principales resultados en lo que corresponde al enfoque de género. Saludamos los esfuerzos del Minem por insertar a más mujeres en el sector —comité para la Igualdad de Género, Programa de Mujeres Líderes Emergentes en el Sector Minero-Energético y proyecto piloto “Mujeres Mágicas”—.
De acuerdo con el estudio, los hombres y mujeres han ganado, en promedio, alrededor de S/42,999 y S/39,205 en los últimos 10 años, respectivamente. Esto nos da una brecha de S/3,794 que, si bien se ha reducido en el tiempo, a nivel desagregado la realidad es otra. Los cargos de gerencia general y de operaciones generales son los que mayores brechas presentan. El sueldo de una mujer con cargo de CEO equivale al 74% del salario que percibe un hombre; para los cargos de operaciones generales, el sueldo equivale a un 53% de lo percibido por un hombre.
Aún hay mucho por hacer en este subsector económico. Esperamos que esta primera aproximación sirva para fortalecer los comités y planes de acción existentes y que las empresas privadas vinculadas se sumen a recortar estas barreras.