Innovación con propósito

Because International, una ONG enfocada en mejorar la calidad de vida de niños en situaciones extremas, ha creado unos zapatos que pueden crecer hasta cinco tallas. Es decir, un calzado ajustable que puede ser utilizado por un niño durante varios años con mucha comodidad y a solo 20 dólares.
Un zapato que acompaña el crecimiento de los niños, sin dudas, produce un importante ahorro, pero este episodio de innovación no se trató solo de economía. Más de 1.500 millones de personas en el mundo sufren de enfermedades transmitidas por el suelo. Sin zapatos, los niños son especialmente vulnerables a infecciones que pueden incluso causarles la muerte.
Kenton Lee, fundador de esta ONG, se encontraba trabajando con huérfanos en Kenia cuando observó el problema: los niños crecían y sus zapatos pequeños eran incomodos y dejaban sus deditos expuestos con los riesgos que ello involucra. El planteamiento fue en apariencia muy elemental “¿Qué pasaría si tuvieran un zapato que crece con ellos?” y así fue como todo empezó. A la fecha, se han repartido más de 225 mil zapatos en 100 países, principalmente, en zonas en donde los niños suelen ir descalzos. La exitosa iniciativa ha sensibilizado sobre una cuestión fundamental y ha despertado el interés de gobiernos y personas alrededor del mundo
“La pobreza es un problema global y creemos que productos innovadores pueden ser la solución” Esta es la frase con la que uno se encuentra al llegar al website de Because International, pero es en suma mucho más que eso. Esta frase es su propósito, es la razón de ser de la organización, es el motivo por el cual llegan a diario a la oficina y se alistan a trabajar. Es el núcleo de todo.
En mi opinión, el punto de partida para aquellas organizaciones que buscan generar innovación no pasa por aprender la más novedosa metodología, nombrar con un exótico cargo a quien lidere el proyecto -en inglés idealmente- o escoger el color de los post-it que colocaremos frenéticamente en alguna pared. Todo debe empezar con la definición del propósito, y el propósito de una empresa es el por qué hace las cosas; así de sencillo, así de importante. Contar con un propósito claro y explicito nos ayudará a filtrar correctamente nuestras decisiones y a distinguir las que podrían ser, en el mejor de los casos, buenas ideas, de esfuerzos consistentes de innovación que mejoren de alguna forma la vida de las personas, y que añadan verdadero valor a la compañía. Es necesario colocar el propósito en el centro de la estrategia.
Innovación sin propósito será como estar en una faja trotadora: mucho esfuerzo, cuantiosos recursos invertidos, probablemente mucho sudor y sacrificio, pero por más tiempo que pasemos allí, siempre estaremos en el mismo lugar, el mismo lugar en el que empezamos.