Las organizaciones y el liderazgo digital

La fuerza laboral en el país está explorando el ámbito digital teniendo como base factores como la empatía con el entorno y la apertura a nuevos y diferentes grupos de interés, sin embargo, aún se mantiene un estilo de toma de decisión conservador.
En la actualidad, la necesidad más crítica para las organizaciones es que los líderes desarrollen capacidades digitales. Así, para llegar a “ser” digitales es necesario conceptualizar las posibilidades reales del mundo virtual y pensar de forma divergente, creando y proponiendo nuevas formas de “hacer las cosas”.
Según un estudio de Deloitte, solo un 11 % de los ejecutivos del país cuenta con un alto índice de liderazgo digital. Es importante precisar que el mindset de liderazgo digital no tiene relación con el uso de apps o herramientas digitales, sino que se basa en una forma de pensar, en experiencias y en cómo afronta los retos y se adapta al cambio.
Una reciente investigación sobre Liderazgo digital, basada en estudios del MIT, reveló la necesidad de explorar tres tipos de preparación de los líderes: (1) preparación cognitiva, (2) preparación conductual y (3) preparación emocional. De esta forma, el promedio de estos tres tipos de preparación proporcionará el indicador de Liderazgo digital.
Los estudios señalan que el pensamiento conceptual es el factor de la preparación cognitiva menos desarrollado, lo que significa que los ejecutivos siguen un razonamiento lógico, atacan la complejidad paso a paso y se quedan analizando aprendizajes pasados. Por tal razón, es necesario enfatizar en la promoción de un pensamiento creativo y que manejen diferentes puntos de vista que otros no han analizado.
Es revelador también que los participantes que muestran un fuerte mindset digital, el factor más desarrollado sea la toma de riesgos, un componente de la preparación emocional. Esto demuestra que con mayor preparación digital tienen mayor predisposición a tolerar un entorno de riesgo y ambigüedad.
En esa línea, a las organizaciones les corresponderá rediseñar el modelo de liderazgo de la organización, identificar a los posibles líderes digitales de la organización, fomentar la toma de riesgos, la iteración y la experimentación mediante la implementación de acciones que desarrollen una cultura de colaboración y aprendizaje.