Sala de prensa

Liderazgo a medida

Por Pablo Guitart, director de Capital Humano de ACL y miembro del Comité de RRHH de AmCham Perú.
10 de marzo de 2020

El liderazgo en las organizaciones y en todos los equipos de trabajo que buscan obtener resultados es un tema recurrente. Las organizaciones invierten mucho dinero en formar competencias relacionadas con el liderazgo y en ocasiones van tomando las olas que traen las últimas tendencias de Management.

En algún momento, fue Liderazgo Situacional, en otro, Liderazgo Inspirador, más recientemente Liderazgo Adaptativo y Liderazgo de Servicio. ¿Son estas corrientes de pensamiento, opuestas o contradictorias? O en todo caso, en nuestra organización, ¿sobre qué aspectos debemos hacer foco sobre un fondo?, ¿en temas de liderazgo?, ¿o seguimos formando a nuestra gente en todas las concepciones vigentes de liderazgo?

En mi opinión, se impone la necesidad de construir en las organizaciones un modelo determinado de liderazgo, algo así como modelo de liderazgo a medida.

¿Pero a medida de qué? ¿Como hacemos para determinar qué aspectos o conductas relacionadas con el liderazgo vamos a privilegiar?

  • Sin dudas en la modulación del liderazgo, deben ser claves nuestros principios como organización, nuestro propósito, para qué existimos como empresa.
  • Otro aspecto clave, es el tipo de mercado en el que operamos. No es igual determinar conductas operacionales de liderazgo en empresas de servicio, en empresas industriales, en empresas comerciales. Influirán en este sentido, las rutinas que se establecen, los tiempos de interacción con los colaboradores, por ejemplo.
  • Generar un modelo de liderazgo deseado, es esforzarse como organización en elegir, no las conductas que tenemos que elegir para ser productivos, sino por el contrario, se trata de elegir las conductas que queremos conscientemente privilegiar, impulsar, promover, por encima de otras.
  • La tentación en definir un modelo es que todo el abanico de conceptos relacionados con el liderazgo parecen aplicar a nuestra necesidad como organización. Y probablemente se trate de una lógica racional muy coherente. Sin embargo, como en todos los ámbitos, vivir en base a un estilo, generar una marca personal, nos hace construir una singularidad y personalización como organización, que distingue nuestra manera de ser como empresa, y ahí si podemos hablar del tan mentado ADN organizacional.
  • Al definir un modelo y aterrizarlo en conductas claras, concretas, y diferentes, contribuimos a definir relaciones laborales claras, que encuadran y enmarcan nuestras expectativas, en definitiva, hacen a los equipos más saludables.

Liderar personas, es un proceso clave en todos los equipos.

De la perfomance de nuestro liderazgo depende en buena medida los resultados que obtenemos. Al liderar nos exponemos. La gran mayoría de los problemas que enfrentamos diariamente, no dependen de nuestra destreza de autoridad ni de los procedimientos que aplicamos. No los puede resolver alguien que indica cómo deben ser las cosas, “desde arriba”. Los líderes trabajan todos los días con problemas adaptativos, problemas humanos.

Ayudar, facilitar y construir un modelo de liderazgo a medida de nuestra realidad, de nuestro estilo particular como organización, de nuestras creencias, de nuestro propósito, sin dudas impactará directamente en la energía de nuestros colaboradores.

Y los que nos dedicamos a esta profesión, abrazamos el supuesto, con mucha convicción, que personas energizadas positivamente, generan resultados extraordinarios