Sala de prensa

¿Quién dice que las peruanas no somos emprendedoras?

Por María Alejandra Chirinos, Subgerente Adjunta de Responsabilidad Social BCP
10 de junio de 2020

La actividad empresarial femenina es una fuerza poderosa en el Perú. Las emprendedoras contribuyen a la economía del país a todo nivel y se constituyen como el sustento de muchas familias de los sectores sociales menos favorecidos. No obstante, a pesar de su formidable potencial emprendedor, su contribución ha sido invisibilizada durante muchos años adjudicándosele un impacto menor en el aporte real que generan a la economía. En parte porque muchas de ellas aún ejercen sus negocios en la informalidad. Más allá de los estereotipos y otras barreras de entrada, según el Global Entrepreneurship Monitor (GEM) para América Latina y El Caribe, Perú es el único país de la región donde las mujeres (22.5%) reportan tasas de emprendimiento en fase temprana más altas que los hombres (21.9%). Lo cierto es que, si estos números ponen a los emprendimientos femeninos por encima del resto, es porque en su mayoría son motivadas por sus necesidades más que por las oportunidades que el sector presenta.

Si de oportunidades se trata, las mujeres las aprovechan en mayor medida, pues el porcentaje de participación de mujeres en los programas de capacitación para emprendedores es 50% superior (Aprenda, 2017). Además, se tiene evidencia que 8 de cada 10 mujeres emprendedoras que participan de programas integrales de formación empresarial, logran acceder al microcrédito, herramienta clave para el crecimiento de sus negocios. No obstante, la realidad es que solo el 14,4% de microempresas conducidas por mujeres acceden a capacitación en gestión empresarial (PRODUCE, 2017).

A pesar del aumento de la actividad empresarial por parte de las mujeres, el conocimiento de su realidad puede ampliarse, permitiéndonos conocerlo a mayor detalle. De acuerdo con la Alianza del Pacífico el promedio de iniciativas públicas a favor de las mujeres emprendedoras es de 12, en el Perú la cifra es de 3. (Observatorio Estratégico de la Alianza del Pacífico, 2018) Por ello, con el objetivo de continuar sumando esfuerzos, en el 2019 el BCP creó el programa de voluntariado “Mujeres Emprendedoras BCP” que involucra a los colaboradores del banco quienes voluntariamente donan su talento y tiempo para impulsar los negocios de cientos de empresarias de todo el Perú.

Concebido como un programa de voluntariado, llegamos a más a 2,000 microempresarias de Lima y Piura. Donando más de 1,200 horas de trabajo voluntario a través de las mentorías (asesoría personalizada física y online) y plazas emprendedoras (capacitación masiva). Nuestro plan para el presente año fue el de ampliar nuestro alcance y esto no se ha detenido. La actual crisis sanitaria del coronavirus está afectando, entre otros negocios, a más de 1 millón de microempresas peruanas conducidas por mujeres. Aun cuando el 95% de las empresarias se muestra optimista y confía en que su negocio se recuperará luego de la crisis, 7 de cada 10 es consciente de que su microempresa no volverá a ser la de antes.

En respuesta a este escenario, durante el último mes, más de 300 Voluntarios BCP han participado como asesores virtuales a través de mentorías online en beneficio de mujeres emprendedoras de las 25 regiones del Perú, asesorándolas en la revisión de su propuesta comercial para encontrar estrategias rápidas que mejoren sus ventas. Asimismo, les brindó orientación para ordenar sus cuentas, elaborar un flujo de caja y contar con un plan de ahorro para futuras emergencias. Apalancándose de plataformas como WhatsApp, correo electrónico y cartillas informativas, las microempresarias fueron capacitadas y hoy ya cuentan con herramientas para repotenciar sus negocios. Adicional a ello, continuando con el uso de canales digitales, se identificó la utilidad de los webinars en este momento. Desde cómo publicitar en redes sociales a la digitalización de los negocios y herramientas de contabilidad, logramos capacitar durante 6 charlas virtuales masivas. Es importante destacar que, de este total, más del 80% recibía una asesoría online por primera vez.

A partir de la pandemia, hemos podido observar como las organizaciones a nivel público y privado vienen desplegando acciones para mitigar los efectos que ha causado la propagación del coronavirus. Por ello, en el BCP trabajamos arduamente para adaptarnos a este cambio y continuar llevando el conocimiento voluntario de los colaboradores en favor de las microempresarias del país. De esta manera, al igual que otras empresas, impulsamos el desarrollo social a través del conocimiento. Si bien han sido meses complicados, hoy nos encontramos frente a lo que será la nueva normalidad, lo que nos permitirá sacar lo mejor de nosotras para adaptarnos a este nuevo contexto. JUNTAS podemos lograrlo.